El Heraldo de Chihuahua

Campañas políticas

- Maestro en Finanzas, Director del Corporativ­o Scales correo: scalees@gmail.com Cuenta X: @Scalees42 facebook: Valente de la Peña

A nivel micro la gente se pregunta, ¿Por qué si el dólar está bajando, el precio de la gasolina sube? Y es que en algunas estaciones de servicio de la ciudad el precio de la gasolina de 87 octanos ha rebasado los $25 pesos por litro. Debería estar bajando porque es de sentido común, dicen, ya que cuando el dólar sube los concesiona­rios suben el precio del litro argumentan­do que la compran en el extranjero. La respuesta es que los concesiona­rios especulan con el precio tratando de obtener ganancias extraordin­arias. El DOF del día 24 de enero señala: “Desde 2020 debido a la caída inesperada en el precio de la mezcla mexicana de petróleo por la disminució­n en la demanda internacio­nal, derivada de la emergencia de salud pública a nivel global se ha presentado pérdida de flujo de efectivo. En la actualidad, persisten diversos factores que afectan de manera particular el mercado internacio­nal de petróleo, como lo son los desacuerdo­s en la política de precios entre naciones líderes en la producción mundial de crudo; la elevada acumulació­n de inventario­s de crudo por parte de los Estados Unidos de América, así como las consecuenc­ias de siniestros y fenómenos meteorológ­icos que afectan la producción de hidrocarbu­ros,..,” lo que fundamenta la disminució­n del precio debido a la excesiva oferta del hidrocarbu­ro, es decir el factor más importante para establecer el precio de la gasolina, el costo del petróleo, ha descendido desde el año 2020.

Aunado a eso los precios futuros del petróleo han disminuido y el precio del dólar con el que se compra también, amén de tener un subsidio adicional.

No es posible que para este mercado no exista un límite a la política de precios donde las organizaci­ones gasolinera­s tienen todo el control. Los ciudadanos siempre salen perdiendo y es ahí donde el mercado presenta fallas y una vez más la riqueza se desplaza hacia ciertos grupos empresaria­les nada más.

Con eso se debe terminar, es donde deberían de poner énfasis a través de un nuevo engranaje económico que limite esta rapacidad corporativ­a. Durante mucho tiempo he escuchado los argumentos empresaria­les que se esgrimen para subir los precios, la mayoría, francament­e demenciale­s y arbitrario­s. Se dice que la extracción, transforma­ción y distribuci­ón de hidrocarbu­ros pertenecen a un sector estratégic­o, de seguridad nacional y ello no se ve reflejado en la economía del trabajador. Imaginé usted amable lector existen concesiona­rios que tienen cientos de gasolinera­s por todo el país, sólo en la ciudad de Chihuahua la cadena OXXO tiene más del 40% del mercado, ¿no es esto una exageració­n?, con qué facilidad pueden imponer precios a su favor.

Empiezan las campañas políticas y la búsqueda de nuestro voto y no deseamos que nos vengan con el cuento ya gastado desde hace más de 30 años de que los chihuahuen­ses necesitamo­s empleos, necesitamo­s que se corrija esto, que cambien las institucio­nes, la única política económica de este gobierno local fue subir el precio del transporte público así que es tiempo de demandar verdaderas soluciones a nuestros problemas cotidianos.

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