María Virginia Estenssoro, mujer distinta
Ser mujer es un tema complicado, pues conlleva, muchas veces, la interdependencia de expectativas sociales que parecen inamovibles, pero Estenssoro, fue una mujer distinta, que no se dejó intimidar y tocó temas tabúes sobre la feminidad en una sociedad conservadora y dura.
Si bien, en “El cascote” Estenssoro ya abordaba un tema un tanto problemático y de un modo muy distinto, con su cuento “El hijo que nunca fue.”, aborda, quizás, uno de los temas que aún siguen resultando polarizantes para la sociedad, sobre todo, para las mujeres mismas: la maternidad.
“El hijo que nunca fue.” es un trabajo breve y concienzudo sobre el embarazo, mejor dicho, sobre la interrupción del embarazo. La historia gira alrededor de una mujer llamada Caroline quien, muy a su pesar, decide interrumpir su embarazo, pues, al ser ya madre soltera, le resulta imposible concluir este otro embarazo inesperado. Entre los motivos que parecen empujarla a decidir la interrupción, están su situación económica, y el hecho de que, aparentemente, el padre del primer hijo jamás se responsabilizó; con el segundo bebé en puerta, la situación económica parece agravarse junto con otro padre ausente.
Presa de la culpa, quizás del miedo, Caroline no puede dejar de pensar en su hijo no nacido y escucha su llamado en todo momento: el infante la llama desde un nido que no es el regazo de su madre. Estenssoro contrapone hábilmente la situación del no nacido, con la del niño que sigue creciendo al lado de su madre. Las imágenes que usa para contrastar ambas situaciones son enternecedoras y siniestras.
La autora no aborda el tema desde una perspectiva rígida, ni condena a Caroline. Expone la vida de dificultades con la que que lidió por ser madre soltera y la desesperación que la lleva a tomar su decisión.
La brevedad de Estenssoro no disminuye su potencia, la belleza con la que escoge sus palabras para hablar de algo tan complicado ni la profundidad de sus personajes.