A LA CONQUISTA
Esta nueva generación sorprendió mucho al mercado por su nuevo diseño, más aerodinámico, futurista pero sin alejarse del sello de la casa; por el nivel de equipamiento y acabados, los cuales la han posicionado como uno de los referentes del segmento de las pick ups de talla grande.
Justo en esa cúspide se encuentra la versión High Country, la más equipada, la cual cuenta con muchas tecnologías que hacen más amigable la convivencia con esta camioneta de casi seis metros de largo, bajo cualquier circunstancia, como estacionarse pues ahora el radio de giro de la dirección es mayor; así como un sin número de sensores que alertan al conductor.
Para ponerse en movimiento, la Cheyenne High Country oculta bajo el cofre un motor V8 atmosférico de 6.2 litros, que entrega 420 caballos de fuerza y 460 libraspie de torque, acoplado a una transmisión automática de 10 velocidades. Gracias a que el motor cuenta con el sistema de administración dinámica de combustible, este puede operar en 17 patrones distintos, alternando la activación entre 2 y 8 cilindros, dependiendo del terreno y la demanda del vehículo, con la finalidad de mejorar la eficiencia de combustible.