Menonitas, víctimas de la tradición
Si sobresale la mujer es considerada "la oveja negra”; cuando les llega la menstruación dejan la escuela en automático
El Día de la Mujer y el Día de la Madre existen, pero no lo festejan. Pasan sin pena, ni gloria… así es para una de las culturas tradicionales más interesantes como es la de los menonitas, quienes tienen costumbres muy sorprendentes, una de ellas son los estudios, que sólo llegan a terminar la primaria, ya que en cuanto les llega la menstruación, sin importar el grado que están cursando, automáticamente dejan de ir a la escuela. Lo anterior, de acuerdo con Justina Dick, integrante de la comunidad menonita.
Añade que un día normal para la mujer menonita tradicional es levantarse temprano para darle de desayunar a la familia, quienes siembran sus hortalizas, especias y árboles frutales; consumen alimentos frescos o en conservas; crían ganado vacuno y porcino, indispensables para la elaboración de jamones, embutidos y grasas; crían gallinas, pavos y gansos, además se encargan del aseo general de la casa, de la comida y cena que preparan con su extensa gastronomía para toda la familia.
De niñas sólo les regalan muñecas y trastecitos para jugar, marcando siempre la diferencia entre los niños.
Del mismo modo la madre y las abuelas les inculcan que deben ser sumisas, exclusivamente deben ser de casa, haciendo todos los quehaceres: lavar trastes, ropa, preparar los alimentos, etc. Si un hombre llega hacer alguna de estas tareas sería mal visto y estaría expuesto a sufrir hasta “bullying”.
Por otra parte, no es posible que la mujer menonita sobresalga, de hecho si llega a suceder se consideraría en pocas palabras “la oveja negra de la familia” o
“una persona rebelde”, entonces para no ser vistas de esa manera todo lo que el varón diga lo tienen que hacer, se someten a las indicaciones del hombre.
No tienen voz propia, ni siquiera consideran lo que la mujer llegue a opinar, quedando totalmente anulada.
El hombre ni se fija si realmente es feliz la mujer, ellos se enfocan en que así es la vida y así se tienen que hacer las cosas, porque lo ven de forma normal en su cultura; para la mujer menonita no hay otras segundas opciones.
Sin embargo, actualmente hay mujeres que han sobresalido, pero han tenido que enfrentarse a su cultura, la familia, al rechazo, a ser señaladas, en algunos casos al exilio, y muchos retos para lograr el propósito que se han fijado.