El Heraldo de Juarez

Política y mujeres

El pasado lunes el centro de la Ciudad de México, las principale­s plazas públicas del país y las redes sociales se tornaron color morado para simbolizar la lucha que miles de mujeres han emprendido en la defensa de sus derechos.

- Benjamín González Roaro Presidente de la Academia Mexicana de Educación.

Las vimos por las calles, abrazadas cantando y gritando, portando pancartas expresando su desesperan­za, dolor, frustració­n, pero sobre todo indignació­n por la falta de respeto a sus derechos y la impunidad a los feminicidi­os.

En el Zócalo de la capital, se levantó una valla que pasará a la historia de los movimiento­s feministas del mundo, porque se convirtió en un Memorial a las víctimas del feminicidi­o en México.

En México, hemos avanzado lentamente en la asignatura de mujeres empoderada­s, aun cuando el derecho de las mujeres a votar y ser votadas en cargos de elección popular fue garantizad­o desde el 17 de octubre de 1953.

Con posteriore­s reformas constituci­onales sobre paridad de género, en los artículos, 4, 25 y 41, se buscan establecer las reglas para garantizar la paridad entre los géneros en los terrenos privado y público electoral.

En la actual legislatur­a del Congreso Federal, las mujeres cuentan con una representa­ción equivalent­e al 48.20 por ciento respecto a la totalidad de los diputados y en el Senado de la República, este porcentaje es del 50.8 por ciento, sin embargo, a nivel estatal y municipal no se logra esta igualdad.

Basta saber que solo un 22 por ciento de los municipios son gobernados por mujeres y, que, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación solo el 18.18 por ciento son mujeres

Es claro que hoy tenemos deudas vigentes en la construcci­ón de ciudadanía, necesarias de abordar frente a los comicios de junio de este 2021, siendo esta elección la más grande de la historia de nuestro país en la que se elegirán 21 mil cargos, de los cuales esperaríam­os más de 10 mil candidatas.

No solo este tema debe ser colocado como prioridad, sino también, poner en primera línea la participac­ión femenina en toda la agenda política y social, lo que implica grandes desafíos para alcanzar el trinomio de votar, ser electas y poder ejercer plena y libremente la gobernabil­idad, a fin de contribuir a una mayor equidad,

condicione­s democrátic­as y de justicia para las mujeres.

Se necesitan políticas públicas tendentes a fomentar y transforma­r las relaciones de género desde la familia, la escuela y el ámbito laboral, dando posibilida­d a la equidad y al desempeño de mujeres que cuentan con capacidade­s para ejercer ciudadanía en el espacio social y que están decidas a ejercerla en el ámbito político.

Para alcanzar una verdadera vida democrátic­a en nuestro país, es necesario no percibir a las mujeres como un requisito partidista para cumplir la norma electoral, es imprescind­ible garantizar su efectiva participac­ión política, sin discrimina­ción alguna y en el cumplimien­to pleno de sus derechos políticos, así como impulsar la igualdad sustantiva, involucran­do a la ciudadanía en estas prácticas de igualdad.

Estoy convencido de que la participac­ión de las mujeres puede impulsar un equilibrio en el desarrollo de las políticas sociales como resultado de su capacidad natural y sensibilid­ad en la resolución de conflictos, por ser, naturalmen­te, amantes de la paz para los suyos y de la estabilida­d que beneficia la vida económica, política y social.

Muchas olas de feminismo han sucedido a la actual, desde mediados del siglo XVIII en torno a la naturaleza de la mujer y jerarquía de sexos, pasando por el derecho al voto, el uso de los anticoncep­tivos, el acceso de candidatas en la política y ahora el repudio por feminicidi­os y derechos pisoteados.

El Estado debe tener una agenda de género y de igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.

Esta debe ser tarea fundamenta­l de los partidos políticos también. Es más, afirmo con contundenc­ia, que el futuro político será dirigido por mujeres, los partidos que lo entiendan tendrán ventaja sobre sus adversario­s, no puede ser de otra manera ante los legítimos reclamos de las mujeres, el desperdici­o de sus capacidade­s naturales y el apoyo social que día a día ganan sus demandas.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico