Restaurantes organizan su “última cena”
Numerosos restaurantes y hoteles lituanos desplegaron este martes mesas y camas en plazas públicas de todo el país, intentando con esta forma original de protesta atraer la atención del gobierno para que apoye aún más al sector, duramente castigado por la pandemia.
Los menús tradicionales han sido reemplazados por carteles anunciando “La Última Cena”, y las mesas fueron cubiertas con manteles negros. Asimismo, se colocaron coronas funerarias a los pies de las camas desplegadas frente a la sede del gobierno lituano en Vilna.
“El sector hotelero en su conjunto -restaurantes, bares, y sobre todo hoteles-está atravesando una etapa muy difícil y necesitamos un apoyo mucho mayor por parte de nuestro gobierno”, indicó a la AFP Juozas Vainora, empleado de hotel.
Vincent Degeorge, propietario de un café afirmó que “los restaurantes, el turismo están muriendo, todo va hacia la bancarrota”, afirmó.
Por su parte, Evalda Siskauskiene, responsable de una asociación de hoteles y restaurantes, señaló que, en su conjunto, el sector ha perdido más de 300 millones de euros (unos 360 millones de dólares) a causa de la pandemia de covid-19, y que podría abatirse una ola de quiebras.
“Hemos tocado fondo y ya no podemos sobrevivir. El apoyo estatal continúa siendo ridículo”, agregó.
El ministerio de Economía de Lituania, país con 2,8 millones de habitantes cuyo turismo cayó el año pasado el 73% respecto a 2019, ha acordado una ayuda al sector de cinco millones de euros para este año, y se ha comprometido a incrementar estos pagos.
EL FENOMENO SE REPITE EN VARIOS PAÍSES
En Francia, por ejemplo, en febrero pasado…
Con la persiana de sus establecimientos bajada desde finales de octubre debido a la pandemia, algunos dueños de restaurantes franceses reabrieron este lunes simbólicamente para defender su “derecho a trabajar” aún a riesgo de sanciones y de perder las ayudas financieras del Estado.
Detrás de este movimiento de protesta se encuentra un chef de Besançon (este) que había anunciado que reabriría el lunes 1 de febrero su establecimiento, animando a sus colegas a que le imitaran.
El chef, Stéphan Turillon afirma querer “iniciar un diálogo” con el Estado. “No se combate la pandemia cerrándolo todo”, dijo a la AFP mientras daba de comer, bajo una carpa en el exterior de su restaurante, a un centenar de clientes.
El ministro de Economía Bruno Le Maire alertó este lunes en la radio RTL que los bares y restaurantes que abrieron “verán suspendidas” durante un mes las ayudas del fondo de solidaridad del Estado. Y de forma definitiva si reincidían.
Los restaurantes y otros negocios obligados a cerrar por la pandemia pueden optar a ayudas de 10.000 euros (12.000 dólares) al mes o una compensación del 20% de sus ingresos, con un máximo de 200.000 euros mensuales.