Alcanzando a la tecnología
La Inteligencia Artificial o IA podría pensarse que es totalmente nueva, algo disruptivo e innovador, pero su historia e inicios se remontan a un artículo de hace más de 70 años.
Fue en año 1950 cuando el matemático de origen Británico, Alan Turing, publicó un ar-tículo en la revista Mind titulado Computing machinery and intelligence y proponía un futuro en donde las máquinas, sin saber siquiera del futuro de las computadoras o smartphones, pudieran pensar por sí mismas; es decir, el momento en el que una máquina pueda enfrentar un problema, analizarlo y solucionarlo mejor que un humano, sin nece-sidad de recibir una orden de cómo resolver o enfrentar el problema y ese día, ya llegó.
Hoy, la Inteligencia Artificial se encuentra vigente en muchas cosas de nuestra vida dia-ria como un smartphone, televisores, aspiradoras o el mismo asistente personal de Goo-gle, Apple o Amazon. Según el Director de Tecnología de LG Electronics, el Dr. I.P Park, la Inteligencia Artificial se divide en cuatro niveles: Eficiencia, Personalización, Razonamiento y Exploración.
La Eficiencia es simplemente la automatización de tareas a través de simples comandos. El segundo nivel, Personalización, está centrado en aprendizaje de patrones que optimi-cen las funciones, por ejemplo, el centro de lavado WashTower que puede detectar la textura de la ropa y, basado en datos de miles de usuarios, propone el mejor ciclo de la-vado para esa textura de ropa.
El último nivel, Exploración, es cuando las máquinas pueden identificar problemas, ex-plorar soluciones y solucionarlo de manera inmediata.
Hoy, la tecnología corre a velocidades que pudieran llegar a rebasar la propia velocidad de los seres humanos. Una teoría sobre la velocidad en la que crece la tecnología y su inteligencia está propuesta sobre la inmediatez a la que estamos acostumbrándonos; em-puja a las máquinas a tomar cada vez más decisiones, más rápidas y a las personas a no poder alcanzar esas velocidades. Justo en este punto es donde un empresario revolucio-nario, Elon Musk, llega con su propuesta para no quedarnos rezagados de la tecnología, el Neuralink.
Un chip que se implanta en el cráneo y que, siguiendo el principio básico del pensa-miento humano, sinápsis, emite impulsos eléctricos para unir las neuronas y generar co-municación entre ellas. Esto, según Musk, va a lograr que personas enfermas de Alzhei-mer, por ejemplo, puedan curarse al lograr que sus recuerdos fluyan libremente entre sus neuronas, literalmente, haciendo puentes eléctricos donde Nauralink une, a través de esos impulsos eléctricos, las neuronas que no hacen sinápsis y así, las personas enfermas de Alzheimer puedan recordar y acceder a su memoria.
Una visión del futuro podría ser que todos necesitemos un chip que nos permita “alcan-zar” las velocidades de pensamiento, reacción y solución de las máquinas para no que-darnos atrás. Conectarnos de manera telepática a las dispositivos y con solo pensar, es-cribir un correo electrónico, por lo menos para Neuralink es una realidad, ¿será?