Inflación crea riesgo de colapso de estado
La variante Ómicron se ha convertido, en fechas recientes, en la principal fuente de contagios de la COVID-19. De nuevo, los estragos de la pandemia se hacen presentes en todos los ámbitos de la sociedad humana, desde los hogares y los espacios de salud, hasta los grandes espectáculos, como el abierto de tenis en Australia o la arena política del Reino Unido. Los efectos de la COVID-19 no dejan de hacerse patentes.
Este año comenzó con una oleada ascendente en contagios que ha provocado los mayores índices de personas afectadas desde 2020. Aunque el número de individuos vacunados es superior, existen muchos grupos vulnerables que se encuentran en mayor riesgo de salud, como es el caso de los migrantes.
Las dificultades económicas derivadas de la pandemia han ocasionado un incremento importante las migraciones en todas las regiones del planeta. El éxodo migratorio se distingue principalmente de aquellos países que han observado mayores dificultades económicas hacia aquellos que han conseguido mayor estabilidad.
La región de América
Latina ha sido duramente golpeada en el sentido económico en el último par de años y miles de personas intentan emigrar a Estados
Unidos para mejorar sus condiciones de vida. Después de que Estados Unidos respaldara su decisión de cerrar la frontera terrestre con sus vecinos por motivos sanitarios, los campamentos de migrantes son cada vez más numerosos en las ciudades fronterizas de nuestro país y con ello, los riesgos de contagio van al alza.
El desempleo y la pobreza son el principal motor de la migración, por lo que no sorprende que, entre octubre de 2020 y septiembre de 2021, la patrulla fronteriza estadounidense haya detenido a poco menos de dos millones de migrantes; la cifra más alta desde 1924. Desafortunadamente, la problemática no está presente únicamente en la frontera norte de México, sino también en el sur.
La migración proveniente, principalmente, del triángulo del norte en Centroamérica y de Haití, atraviesa nuestro país con el propósito de arribar a Estados Unidos y solicitar refugio. Las ya de por sí peligrosas y deplorables condiciones a las que se enfrentan en su travesía se ven terriblemente afectadas con el factor de la pandemia.
Aunque desde 2020 existen restricciones para el traslado de personas entre un país y otro, a la par se observa que las solicitudes de refugio son cada vez mayores, lo que muestra que la COVID-19 se ha manifestado también en el incremento de la pobreza y la violencia en diferentes regiones del mundo e impacta, a su vez, en el contexto migratorio.
económicas derivadas de la pandemia del coronavirus han ocasionado un incremento importante en las migraciones en todas las regiones del planeta. El éxodo migratorio se distingue principalmente de aquellos países que han observado mayores dificultades económicas
Argentina está al borde del colapso del Estado, gracias a una incesante inflación, el bajo crecimiento del PIB y los problemas en el mercado laboral, estimó el Foro Económico Mundial en su primera jornada.
El también conocido Foro de Davos presentó el informe global en el que presentó los desafíos que encara el país sudamericano, donde destaca que existe un deterioro estructural de las perspectivas del trabajo, enmarcados por las altas cifras de desempleo, los salarios bajos y la precariedad laboral.
Este escenario conlleva a un posible “colapso de Estado”, detalla el informe, que considera que daría pie a crear condiciones propicias para desatar “un conflicto interno, la fractura de la seguridad jurídica y la erosión de las instituciones”.
El alza de precios y la imposibilidad de controlar la inflación general también representa un riesgo para el foro económico ya que provocaría una “erosión de la cohesión social”.
Finalmente, el informe menciona el riesgo de la desigualdad digital en Argentina, mismo que representaría un acceso inequitativo a la tecnología y a las redes virtuales, lo que impactaría en la falta de herramientas laborales y culturales.
Argentina busca un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que le permita extender los plazos de pago de unos 44 mil millones de dólares que le
ENCARECIMIENTO EL ÍNDICE
de precios al consumidor de Argentina cerró 2021 con un alza de 50.9%, una de las tasas más elevadas del mundo
adeuda a la entidad desde 2018, cuando firmó un crédito por un monto de hasta 57 mil millones de dólares. Del total que recibió, los vencimientos se concentran en 2022 y 2023, con pagos de 19 mil y 20 mil millones respectivamente, un calendario que Guzmán considera insostenible.
Para el ministro de economía de Argentina, Martín Guzmán, el Fondo Monetario Internacional puede perder legitimidad si "empuja a Argentina a una situación desestabilizante", en momentos en que negocia a contrareloj un nuevo programa crediticio con el organismo.
Tercera economía de América Latina, Argentina tuvo un crecimiento de 10 por ciento del Producto Interno Bruto en 2021, después de caer 9.9 por ciento en 2020. Pero se ve lastrada por la pobreza (40 por ciento) y por una inflación de 50 por ciento, de las más altas del mundo.
El índice de precios al consumidor de Argentina se aceleró en diciembre, cuando registró 3.8 por ciento, lo que llevó a cerrar 2021 en 50.9 por ciento, una de las tasas más elevadas del mundo, informó anteriormente el Instituto de Estadísticas.
En el año, el precio de los alimentos se incrementó 50.3 por ciento. Los índices más altos fueron los de restaurantes y hoteles (65.4 por ciento) y transporte (57.6 por ciento).
El gobierno del presidente Alberto Fernández quiere acordar con el Fondo un programa con reducción del déficit fiscal, pero sobre la base del crecimiento y no del recorte del gasto público.
Migración y Ómicron
Las dificultades