Matan a gerente de maquiladora
TUXTLA GUTIÉRREZ.- Unos 2 mil migrantes, en su mayoría venezolanos, emprendieron ayer una movilización en Chiapas para presionar por la entrega de salvoconductos que les permitan avanzar hacia la frontera con Estados Unidos.
Los extranjeros, entre quienes también se cuentan centroamericanos, partieron en la madrugada desde la ciudad de Tapachula, donde la obtención de ese permiso migratorio tarda meses por la enorme demanda.
El documento, que los migrantes buscan conseguir en localidades vecinas de Chiapas, tiene vigencia de un mes y les permite cruzar México sin ser detenidos o deportados.
“Esta caminata que estamos haciendo es por la necesidad; en mi país hay hambre, no hay trabajo, y en Tapachula no nos quieren atender, tenemos tres semanas y vamos a ver si Migración nos da el carné”, dijo a la prensa el venezolano Ismael Pérez, quien salió de su natal Maracaibo junto con 14 primos.
Estas movilizaciones se han vuelto rutinarias, pues en el camino los migrantes obtienen los salvoconductos, aunque algunos denuncian que en el norte se les impide seguir su recorrido en autobús.
REYNOSA.- Reydecel Sifuentes Becerra, gerente de operaciones de la maquiladora trasnacional Alcom, fue ejecutado la mañana ayer de 12 balazos afuera de su domicilio cuando subió a su vehículo para dirigirse a la empresa.
El homicidio causó conmoción en el sector maquilador de la industria trasnacional de la ciudad por atribuirle el homicidio al crimen organizado que extorsiona a las empresas y amenaza a quienes no ceden a sus pretensiones, según revelaron fuentes allegadas.
El crimen ocurrió afuera del domicilio de la víctima, en Río Santa Catarina número 921, al cruce con calle Río San Juan, en la Colonia Las Fuentes Sección Lomas.
Alrededor de las 6:25 horas de la madrugada, Sifuentes recibió una llamada del gerente de Recursos Humanos, apurándolo para una junta de trabajo con directivos extranjeros de la compañía.
Apenas abordaba su carro Ford Mustang y avanzaba cuando un sujeto se le acercó por la lateral y le disparó.
Los disparos a quemarropa atrajeron la atención de peatones y de su esposa Aideé Leticia, que acababa de despedirlo.
Cuando ella salió lo vio ya inerte, bañado en sangre sobre su asiento de piloto.
La esposa marcó al 911 para reportar el asesinato y a los pocos minutos llegaron agentes de la Policía Estatal que acordonaron la zona, media hora después arribaron agentes de la Policía Ministerial Investigadora y de la Tercera Unidad General de Investigación de la Fiscalía.
Los agentes entrevistaron a la esposa, a vecinos y peatones curiosos, también dialogaron con el gerente de Recursos Humanos para ir armando líneas de investigación.
La esposa en sus declaraciones reveló que tres días antes, el 28 de junio, un sujeto sospechoso intentó abordarlo
al salir de su casa, pero a su esposo le pareció raro y arrancó a velocidad, y le platicó por teléfono para que tomara precauciones.