Confirmó peritaje disparos de Aburto
Detallan en informe, realizado en 2000, estudio de balística tras magnicidio
La Procuraduría General de la República, antecesora de la FGR, estableció en su informe final del año 2000 que, con base en información y análisis científicos de instituciones nacionales e internacionales, Mario Aburto fue el autor de los dos disparos que terminaron con la vida del priista Luis Donaldo Colosio.
Su conclusión se apoyó en los institutos de Astronomía y Física, la Facultad de Medicina y la Filmoteca de la UNAM, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de la Secretaría de Salud, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, la entonces Procuraduría del DF, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI).
A contra corriente de esa conclusión, la actual administración de la FGR ha solicitado una orden de captura contra Jorge Antonio Sánchez Ortega, ex agente del Cisen señalado como el “segundo tirador”; sin embargo, un juez negó la detención por falta de evidencias.
De acuerdo con el Informe de la investigación del 2000, en su apartado de “El autor material”, desde el primer dictamen de balística del perito José Luis Zamora Pérez, entregado 48 horas después del magnicidio, se asentó que el arma de Aburto fue la que percutió la ojiva y los dos casquillos recuperados por la investigación.
“Se determina que el proyectil y los dos casquillos denominados problema, refiriéndose a la bala encontrada en el lugar de los hechos y a los dos casquillos contenidos en el arma que utilizó Mario Aburto, habían sido disparados y percutidos con el arma de fuego tipo revólver calibre .38 especial, marca Taurus, matrícula 958400”, señaló la PGR.
Si bien la ojiva del tiro en el cráneo de Colosio nunca fue recuperada, tampoco hubo duda que éste fue el primer disparo, porque así lo demostraron los videos, secuencias fotográficas y estudios de criminalística, además de diversos testimonios.
En año electoral, el caso fue reabierto por la FGR con una hipótesis que ya se había analizado desde el inicio de las indagatorias.
La FGR afirma que Colosio fue víctima de un asesinato maquilado desde el Gobierno y con la colusión de agentes del Cisen.
Los estudios establecen que el magnicida apoyó su mano izquierda sobre el brazo derecho en su cara externa, a nivel del tercio superior de Colosio, faltando un segundo 39 centésimas para el primer disparo.
Incluso, en los dictámenes de fotografía se puntualiza que en una de las imágenes aparece el dedo anular izquierdo de Aburto con un anillo metálico amarillo de forma romboide, que coincide con el que tenía al momento de su detención y de rendir su declaración en la Delegación de la PGR en Tijuana.
En el punto que sí hubo dudas y cuestionamientos fue con la única ojiva que se recuperó en Lomas Taurinas y que, al final, se comprobó que fue la que impactó en el abdomen del sonorense.
A pesar del dictamen de balística de Zamora, en julio
Solicitaron una orden de captura contra Jorge Antonio Sánchez Ortega, agente del Cisen que era parte de la seguridad del priista, al considerarlo como un segundo tirador.
El juez Jesús Alberto Chávez negó, por ahora, la orden de aprehensión contra Sánchez Ortega al considerar que la única prueba es el dicho de una mujer que no es fiable.
de 1997 la Subprocuraduría Especial, a cargo de Luis Raúl González Pérez, pidió realizar nuevos análisis.
Lo anterior porque estimó que ese estudio forense era omiso e incompleto, al no mencionar si las marcas del percutor del arma de Aburto tienen alguna característica definida, ni señalar la amplitud mínima y máxima de los campos y estrías del proyectil “problema” encontrado en Lomas Taurinas.
“Con argumentos técnicos y científicos se arribó a la conclusión de que Mario Aburto Martínez hizo los dos disparos que lesionaron al licenciado Luis Donaldo Colosio Murrieta, que el homicidio se perpetró con una sola arma de fuego y que la bala encontrada en el lugar de los hechos fue disparada por esa arma”, concluyó la Subprocuraduría.