Festejan a `La Doña' con tríptico sinfónico
Altiva, determinada e imponente, María Félix (19142002) mira fijamente al horizonte, “lista para acudir al llamado del destino o, de ser necesario, trazarlo a como dé lugar”.
Así es como Alonso J. Burgos la proyecta en el primer movimiento de Mexicana del mundo, tríptico dedicado a una de las actrices más icónicas de la época de oro del cine nacional, de cuyo nacimiento se cumplen 110 años el próximo lunes 8 de abril.
“Es imposible hablar de María Félix sin hablar del ícono y sin hablar del mito, a pesar de que a ella no le gustaba que le llamaran así”, dice en entrevista el compositor, también pianista y director, comisionado por Fomento Social María Félix A. C. para crear esta pieza que se estrenó el miércoles en el marco de la muestra María y la moda, 1914-2024, en El Palacio de Hierro de Polanco.
“Es un sueño para mí poderle componer una pieza a María Félix, que fue alguien que siempre admiré muchísimo”, afirma el joven creador de 30 años, enfocado principalmente a la composición de música para cine y artes escénicas.
Estructurado en tres movimientos, este retrato sinfónico, como Burgos lo denomina, arranca con una evocación de “La Doña” precisamente en su calidad de ícono, eternizada en el imaginario mexicano como musa de Diego Rivera, ataviada en Cartier y con la ceja levantada mientras recita una de sus lapidarias frases.
La segunda parte se titula “Todas mis guerras”, como la autobiografía de la diva oriunda de Álamos, Sonora, parte de los materiales que Burgos consultó para poder confeccionar la pieza comisionada.
“Fue una combinación de leer toda la documentación a la que pude acceder, y ver las películas para absorber el carácter de ella a través del cine. Pero lo más importante también fueron las entrevistas”, comparte en crador.
El último movimiento, titulado “María de los Ángeles”, nombre de pila de la diva del cine nacional, es una aproximación íntima a cuestiones como quién era ella en la privacidad de su hogar y qué pensamientos tenía frente al espejo.
El sonido del corno, los violines y hasta campanitas de cuna, entrañan aquí a una María Félix sensible y amorosa, agobiada luego por la pérdida.
Se trata, pues, de un retrato que Burgos deliberadamente buscó que fuera cinematográfico; “qué mejor para hacerle homenaje a una actriz que hacerle música que suene cinematográfica, pero con la estética de hoy en día”, expresa sobre este trabajo.
Sin otra fecha confirmada para su interpretación luego de la apertura de la exposición que reúne objetos personales, detalles decorativos y obras de arte de “La Doña”, Burgos buscará que Mexicana del mundo pueda sonar próximamente en nuevos espacios.