FRENTE A LA CONFRONTACIÓN ESTÉRIL, LA UNIDAD NACIONAL
Ni todo lo que plantea el gobierno es malo, ni todas las críticas son acertadas; requerimos serenidad
La absurda confrontación en la que se encuentra nuestro país nos ha conducido a confusiones que, sin duda, van en detrimento de los objetivos nacionales; por un lado, las provocaciones generadas por el Presidente en La Mañanera y, por el otro, las actitudes de odio hacia él nos han puesto en circunstancias que afectan el destino nacional.
Existen temas en los cuales debe existir la unidad; más allá de la división entre conservadores y liberales, todos deberíamos hacer causa común sobre objetivos como seguridad, salud, educación y combate a la pobreza.
Ni todo lo que plantea el gobierno es malo, ni todas las críticas son acertadas; para que México pueda avanzar, requerimos serenidad.
Está bien que desde el punto de vista de los partidos y sus militantes se enfrenten en el terreno político, para la muy adelantada sucesión presidencial; sin embargo, esto no debe afectar el rumbo que nos permita establecer políticas de unidad nacional.
En seguridad pública, el acontecimiento icónico del asesinato de los Jesuitas y el guía de turistas en Chihuahua, abrieron una brecha que puede tener consecuencias graves, recordemos a Don Quijote cuando le dijo a Sancho Panza: “con la Iglesia hemos topado”; estos hechos deben acercarnos más para combatir este fenómeno, que nos pone al borde de una militarización exagerada o un control territorial brutal por parte del crimen. El horno no está para bollos.
Ya se experimentó un modelo de seguridad años atrás; en Nuevo León, Baja California y en Chihuahua, donde la participación de la sociedad, academia, Iniciativa Privada, medios y los gobiernos federal, estatal y municipal, alcanzaron éxitos inesperados. Para lograr esto se requiere un proceso de comunicación racional, inteligente y equilibrada.
El nombramiento de Cesar Yáñez, colaborador muy cercano de López Obrador y que desde la subsecretaria de Gobernación –que tiene que ver con los Asuntos Religiosos— deberá tejer una red de entendimiento y comunicación racional y lógica.
El tema de la migración y la aplicación adecuada del T-Mec, deberán ser excluidos de confrontaciones estériles. Se presenta la oportunidad clara para estos temas en la próxima reunión que sostendrá el Presidente con Biden.
Dejemos el combate de las ideas y de las posiciones ideológicas para la arena política, y busquemos la unidad nacional. El debate interno no debe enrarecer más nuestra realidad social; la participación de todos puede ser la clave para combatir los tiempos difíciles que vivimos.
México es mucho más que las frases y los caprichos de la clase política; tenemos un pasado qué respetar y un futuro que puede ser luminoso.
• EL CONCEPTO UNIDAD NACIONAL NI ES NUEVO, NI ES UTÓPICO; EN MUCHOS MOMENTOS DIFÍCILES DE NUESTRA HISTORIA, LOS MEXICANOS HAN SABIDO COMPORTARSE CON BUENA VOLUNTAD Y AMOR A LA NACIÓN