LA MARCHA DEL 18
El mensaje es claro y directo: hay ciudadanía dispuesta a defender los pilares sobre los que se ha edificado la democracia y la alternancia en este país
ueva de la enfrentará el oficialismo empecinado en eliminar los contrapesos a la Presidencia de la República, los órganos autónomos y al Instituto Nacional Electoral (INE) como todavía lo conocemos hoy, tendrá lugar el próximo 18 de febrero en más de 60 ciudades de México y el extranjero.
Pero que nadie se equivoque: la llamada Marcha Nacional por Nuestra Democracia no es una movilización contra el presidente Andrés López Obrador, pese a ser el autor intelectual de ese intento de exterminio institucional disfrazado de transformación.
Se trata, sí, de una protesta a favor de las instituciones que todavía sostienen la ahora debilitada democracia mexicana; y sí, en contra de cualquier proyecto que se proponga destruirlos, sea quien sea el o la que lo enarbole.
El mensaje es claro y directo: hay ciudadanía dispuesta a defender los pilares sobre los que se ha edificado la democracia y la alternancia en este país, y así lo debieran estar leyendo las candidatas presidenciales Claudia Sheinbaum, de Morena;
Xóchitl Gálvez, de la oposición; y
Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano.
Porque hay sólo para los aspirantes: quien gane en la elección del próximo 2 de junio tendrá que gobernar con esa ciudadanía o contra ella.
Una ciudadanía que, si bien no es todo México, sí representa a un porcentaje considerable del país y ya dio muestra de su fuerza. El 13 de noviembre de 2022 esa desbordó las calles de decenas de ciudades con la consigna “El INE no se toca”. Y no han dejado que se toque. Luego, el 26 de febrero de 2023 el activismo recetó una segunda de fuerza, con otra marcha multitudinaria exigiendo a la Suprema Corte, ya con Norma Piña como presidenta, declarar inconstitucional el Plan B. Se logró. Tres meses después, el 28 de mayo volvió a mostrarle al régimen que hay del lado ciudadano, esta vez con consigna “La Corte no se toca”.
A todas ellas el oficialismo ha respondido con contramarchas, como seguramente lo hará tras la que se realizará en 10 días y que tendrá como único orador al ex presidente del INE, Lorenzo Córdova. La diferencia estriba en que las manifestaciones no son para alimentar más el ego de ningún político, ni denigrar a quienes no piensan como ellos, sino para defender derechos e instituciones ganadas a
por la ciudadanía. Ya será decisión de Claudia, Xóchitl o Jorge determinar si esa ciudadanía es lo mejor o lo peor que se les puede atravesar en su eventual gobierno.
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NAbarca temas de interés local en turismo, gastronomía y sociales.
O2
Los materiales serán desplegados en infografías, entrevistas y reportajes.
O1
Se trata de una protesta a favor de las instituciones
#LÓPEZOBRADORCONTRAMINISTRO