BETSABEÉ ocupa Venecia
LA ARTISTA MEXICANA REPRESENTARÁ AL MOLAA DE CALIFORNIA EN EL ENCUENTRO ARTÍSTICO MÁS IMPORTANTE DEL PLANETA
En mi obra estoy aludiendo también a otras fronteras que son escenarios de muchas muertes’.
Las fronteras, dice Betsabeé Romero (Ciudad de México, 1963), son “líneas casi punzocortantes que hieren la identidad cultural, la identidad de género, la identidad personal, comunitaria, histórica, de grupos, de personas y comunidades, de historias también”. Los límites y la movilidad en torno a ellos son motivo de reflexión de la obra inédita con la que la artista mexicana formará parte de los proyectos paralelos de la 60a Bienal de Venecia, a realizarse de abril a noviembre próximos.
Por invitación del Museum of Latin American Art (Molaa) de California, la creadora ocupará seis salas de un edificio en la Plaza de San Marcos de la ciudad italiana. Agrupadas bajo el título Espiral
sin fin, las piezas han sido elaboradas ex profeso para el encuentro artístico más importante del planeta, pero recurren a los materiales más comunes de la obra de Romero como papel picado, grabado, neumáticos y elementos artesanales.
La idea, dijo Betsabeé, surgió hace un año en Zona Maco y completar la iniciativa “tomó varios meses”, de hecho, comenzó a planearse sin saber aún si sería seleccionado como parte de los 30 proyectos paralelos de la Bienal.
California, señaló Romero, “es un estado donde más participaciones he tenido como artista y donde he hecho mucho trabajo comunitario desde Tijuana hasta Los Ángeles. Es una zona que es un ejemplo de que las fronteras no nos separan como mexicanos y que somos parte de una cultura que hemos cruzado heroicamente las fronteras de los dos lados”.
La exposición se enmarca en el tema general de la Bienal, que este año es curada por primera vez por un latinoamericano, el brasileño Adriano Pedrosa.