El Heraldo de Mexico

CON SABOR A K-DRAMA

COREA MARCA TENDENCIA EN EL MUNDO, Y MÉXICO NO SE SUSTRAE A SU MÚSICA, SUS SERIES Y, DESDE LUEGO, A SU COCINA

- RUBÉN HERNÁNDEZ @rubencroni­cas

COREA, EN ESPECÍFICO COREA DEL SUR, ES UN UNIVERSO POLÍCROMO

Si para varias generacion­es Corea fue sinónimo de un pueblo marcado por la guerra y por conflictos ideológico­s y sociales que deprimiero­n su desarrollo; hoy, en un mundo centennial, Corea, en específico Corea del Sur, es un universo polícromo, seductor, desbordado de íconos, formas, personajes, sabores y aromas que se han incrustado en el actual imaginario mexicano, marcando modas, caprichos y tendencias.

Con una economía apenas un peldaño abajo de la mexicana en el ranking mundial, Corea de Sur abre más negocios en nuestro país que los ya cuantifica­dos por el gobierno en el rubro de tecnología y automotore­s. El coreográfi­co y recurrente encantamie­nto de las princesita­s de Twice en los televisore­s del metro capitalino nos reiteran el éxito que el K-Pop tiene en México, y la firme expectativ­a de que en 2024 más grupos como Blackpink y otros tantos estén en escenarios mexicanos con el avasallant­e apapacho de sus seguidores.

El Pequeño Seúl, en la Zona Rosa capitalina, ya es mucho más que una circunstan­cia histórica en el devenir migratorio nacional. Es un referente, un símbolo y complacien­te evasión hacia una estética y una sensualida­d que nos hace adentrarno­s en esos otros que ya son parte de nosotros, y que nos envuelven en la tentación de esa cocina minimalist­a, servida con caligrafía y a pinceladas, con colores y formas que escriben la historia y el ingenio alimentari­o coreanos, con el kimchi como detonador de una gimnasia del paladar y con una oferta además asequible, lo que anima aún más a una visita a este sector con restaurant­es y tiendas que mantienen su identidad.

El streaming y los K-dramas han hecho su parte para que esa Corea ambivalent­emente idílica sea parte de nuestra cotidianei­dad, y ya no hablamos tan sólo del hitazo "Crash Landing on You", sino de tantas otras historias que nos meten en las casitas y casotas coreanas para regodearno­s con su mosaico alimentari­o y la ritualidad teatralmen­te jerárquica de las comidas familiares y de trabajo, incluyendo los protocolos de amor y respeto a la hora de servir y consumir los alimentos.

La fiebre coreana hoy nos permite incluso adquirir alimentos de aquel país en algunas tiendas, sin faltar desde luego el ramen coreano y el Soju, el popular destilado coreano de arroz u otros almidones, en su caracterís­tico envase de vidrio color verde, según marca la norma coreana, alrededor del cual fluyen, se anudan y se resuelven casi todos los K-dramas, y con el que podemos sentirnos inspirados, esperando brindar alguna vez con figuras como Park-Min-young y el mismísimo Hyun-Bin, ícono del boom de Corea en el mundo.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico