MIGRACIÓN, IDENTIDAD Y GUERRAS
EL ESCRITOR PERUANO NARRA EN EL MUNDO QUE VIMOS ARDER UNA HISTORIA SOBRE EL AMOR Y LAS BATALLAS INTERNAS QUE SE LIBRAN
Matías es un joven peruano que emigra a Estados Unidos para trabajar, ahorrar dinero y viajar a Hamburgo, ciudad alemana de donde es originaria su madre, sin embargo, una vez en territorio norteamericano debe enlistarse al ejército y bombardear el que sería su próximo destino, en medio de la Segunda Guerra Mundial, situación que lo deja en un “enorme dilema moral”.
La historia se hila con la de un periodista que tras divorciarse viaja de Perú a Madrid buscando alejarse de los vínculos sentimentales que lo atan, dice Renato Cisneros (Lima, 1976), autor de El mundo que vimos arder
(Alfaguara), una batalla propia que se contrapone a la militar, pero que reflexiona sobre “el sentido de pertenencia, la patria, el azar y la guerra”.
El autor explica que mientras un personaje ve el mundo arder por el rigor y la crudeza bélica, el otro ve implosionar su mundo a través de sus vínculos más cercanos, poniendo en el centro una reflexión sobre la inmigración, la migración y “lo que uno deja cuando abandona su país con cierta añoranza, pero también de comprenderlo”, ya que para él “no se nos ha enseñado a mirar el mundo como un lugar de residencia y, por el contrario, sí a sentir culpa de dejar atrás la memoria personal”.
Con el libro le gustaría que los lectores se hagan preguntas: ¿cómo se vinculan con el país en el que nacieron?, ¿cuánta experiencia migratoria hay en sus propias raíces e historias naturales para poder comprender el desplazamiento?, también “volvernos más empáticos con lo foráneo, con lo extranjero y tratar de eludir el prejuicio que existe en torno al migrante”.