EL FRACASO DE EBRARD
Se llevó de corbata a varios ilusos, que hoy están muy desilusionados (y sin hueso)
Se tragó que habría una encuesta para elegir gallo en 2023
El de mayor experiencia, derrotado como principiante. Fue titular de la SRE, pero era el “bombero” de la 4T.
Cuando había una bronca volteaban a ver al alumno más aplicado de Camacho Solís.
Fue jefe de Gobierno. Siempre refinado, por su origen francés, le permitía ser cercano a los líderes de izquierda, y enloquecía a la derecha. Seducía tanto a amloístas y anticuatroteros.
Fue priista y fundamental con su mentor para pacificar a Chiapas. Fue diputado verde. De los fundadores del Centro Democrático y declinó en el 2000, para gobernar la ciudad capital con López.
Fue secretario de Seguridad en pago, en 2002, tras la renuncia de Leonel Godoy. Dio resultados, hasta la delincuencia disminuyó. Innovó con los servicios de Giuliani, pero el 06/12/04 tuvo su primera gran derrota: la turba linchó a tres policías federales, mientras él convivía con los consejeros de la CIRT.
Si tiene duda de lo que realmente sucedió, consiga el Excélsior. Este reportero se llevó las 8 columnas, y la nota de portada al día siguiente. Fox lo corrió.
En 2005 AMLO lo convirtió en Sedesol chilanga. En 2006 se hizo jefe de Gobierno, mientras vivía un infierno Calderón.
En 2012, a través de Vanguardia Progresista quiso ser Presidente, pero en las encuestas le volvió a ganar AMLO. Triunfó Peña Nieto.
Trabajó fuerte para ganar la elección del 2018. De premio, obtuvo la cancillería, que ocupó con dignidad.
Gran inocente: se tragó que habría una encuesta para elegir gallo en 2023 rumbo al proceso de este año. Todos sabíamos el resultado, menos él.
Las consecuencias: un cándido e ingenuo candidato a senador plurinominal.
Tuvo la oportunidad de competir contra Sheinbaum y ser el candidato de la oposición, pero le dio mucho miedo. Por algo será. ¿De qué tamaño será el expediente?
En los libros de historia y en las anécdotas políticas quedará en letras de oro la pusilanimidad de Ebrard, y un ejemplo de cómo dilapidar el capital político. Será un senador más. Y, por cierto, se llevó de corbata a varios ilusos, que hoy están
muy desilusionados (y sin hueso).
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