El Heraldo de Mexico

El teléfono de Natalie Kitroeff

- JULIO PATÁN @juliopatan­09

El Doctor Patán no está de acuerdo con el modo en que algunos y algunas colegas han defendido la decisión de nuestro líder de hacer público el número de teléfono de Natalie Kitroeff, la reportera del New York Times que firma el reportaje que apunta que su campaña recibió buen dinerito del crimen organizado. No estoy de acuerdo, de entrada, en que el presidente haya cometido dos “equivocaci­ones”: difundir el teléfono de la Natalie y luego no reconocer el error. No estoy de acuerdo por una razón inapelable, que el camarada Astillero haría mal en no tener siempre presente: el Segundo Presidente Más Popular del Mundo (SPMPDM) no se equivoca. No, mi Julio. No hubo errores. Nuestro líder estaba emputecido con el Times y decidió vengarse de la reportera. Y bien está. Un titán de la ética, un modelo paternal de comportami­ento para todos los mexicanos y todas las mexicanas, debe saber cuando claudicar en su amor, en su bonhomía, y llevarse la mano al cinturón, se entiende que metafórica­mente, para enderezar a la crítica. Lo de que es un error porque da armas a los enemigos, compañero, está mejor, pero, seamos francos, es un argumento muy gastado. Creo que vamos a tener que echarle imaginació­n. Es lo menos que merece un líder histórico de esa magnitud.

Tampoco me gustó lo de la Violeta. Sí está bonito que, ya sin medias tintas, en nivel Molécula o Sabina, se refiera al presidente como “el gigante político que es”, y que diga que los “seudo-reportajes” recientes que lo atacan se dirijan a mancillar la manera en que “pase a la historia”, preámbulo a un tuit, perdón: un X medio raro. ¿Qué significa eso de que “Una conversaci­ón profesiona­l con el personaje más público de México me perdonan pero no es una conversaci­ón privada”, compañera? Tampoco ayuda lo de que los de la Natalie son “datos profesiona­les”. Está bueno el intento de tecnicismo, pero creo que nos pasamos dos pueblos. Uno no anda publicando el número de su contador o su carnicero, que también son “datos profesiona­les”, y el contador o el carnicero no se exponen a un ataque, como los periodista­s. Tampoco pasa nada por dejar de tuitear sobre ciertos temas, sobre todo porque luego el presidente confirma que sí, que lo de difundir el número de Natalie fue un acto de venganza puro y duro, y queda uno, o una, en el descoloque.

De lo del Jenaro prefiero no hablar. Hago nada más un llamado a la comprensió­n: encontrar las antenas extraviada­s debe tenerlo muy distraído y muy tenso. Esperamos noticias. Uso esta tribuna para solicitar al SPMPDM que, porfa, no difunda mi número. Para el Doctor Patán ya es bastante difícil lidiar con los fans. Apelo a la fraternida­d universal, señor.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico