Nos damos cuenta de que el amor no es una garantía de permanencia, sino una experiencia transitoria
El ser humano no puede vivir sin el reconocimiento de los demás. Por eso, me da vértigo y una náusea terrible al ver los grupos de “apoyo emocional”que incrementan el individualismo. El culto a la idolatría del narcisismo, primero yo, después yo, al último yo, no es más que un terrible y pobre engaño que le hacen a la psique. Es cierto que la vida parece llevar un ritmo implacable, y muchos individuos están dispuestos a recurrir a cualquier antídoto, sin importar el precio, para apaciguar la angustia en la que viven.
Lamentablemente, he escuchado a parejas atribuir la culpa de sus desilusiones al universo, en lugar de asumir la responsabilidad de sus propios actos. Esta falta de responsabilidad personal parece estar en constante aumento. Las redes sociales dictan las pautas de la felicidad y queremos mirar la vida de los otros sin realmente entrar en ella.
Hay un sentimiento y una emoción que nos acompaña desde que llegamos al mundo, es la necesidad del otro. Sin el otro, todos, hace mucho, hubiésemos muerto. De nada sirve que gasten dinero en sus grupos de apoyo, sino nos comenzamos a reconocer que para nuestra supervivencia necesitamos de los otros. Es el amor el que siempre nos llevará a hacer pausas. Se detiene mi mundo si al que amo no me mira más. Es en el amor donde se atienden mis deseos, mis necesidades, mis anhelos, angustias. Es el amor el que trata de llenar de besos el pasado roto que llevo por dentro. La vida toma sentido cuando amamos, aun sabiendo que hay amores que duelen, amores que enferman, que lastiman, y también hay otros que curan, liberan y sanan.
Amamos desde lo que somos, eso es inevitable, y cuando nos llevan al desamor, es sin duda un camino lleno de espinas, pero es el catalizador de nuestro mundo interno. El amor, al igual que el desamor, nos sucede y nos comenzamos a dar cuenta solo hasta que se siente en el cuerpo. Ahí se encuentra el desafío de ambos, enfrentar aquello que muchas personas temen: sentir la necesidad del otro, ser vulnerable, aceptar que el otro me falta.
Y después de recorrer el camino del desamor, queremos tocar la puerta del olvido. Olvidar aquella fragilidad humana que me hizo necesitarlo. Queremos olvidar que era reconfortante que nos amara, queremos olvidar lo completos que nos sentíamos en sus brazos. Nos damos cuenta de lo efímera que es la vida, de lo fugaz que pueden ser los momentos de felicidad y conexión con otra persona. Nos cuestionamos el propósito de nuestras relaciones y el significado de amar y ser amado. En este viaje introspectivo, nos enfrentamos a la realidad de que todos somos seres finitos y que, tarde o temprano, tendremos que enfrentar la pérdida y el desapego. Nos damos cuenta de que el amor no es una garantía de permanencia, ni un terreno seguro sino una experiencia transitoria que puede llegar a su fin en cualquier momento. No podemos experimentar el amor plenamente sin aceptar la posibilidad de perderlo. No sé si se han preguntado alguna vez,
¿Cómo dejar ir a alguien cuando todavía lo amas? Si lo has hecho, entonces acompáñame a la presentación de mi nueva novela Olvidaré tu nombre de la editorial Penguin Random House. Será el miércoles 13 de marzo a las 6:30 p.m. en Un lugar de la Mancha, en Polanco. Me acompañarán las maravillosas escritoras, Mónica Lavin y Mónica Castellanos. Entendamos la urgencia del desamor en los corazones humanos, que nos llevará a abrazar la incertidumbre y confiar en el proceso de todos esos amores que terminan.
“Y después de recorrer el camino del desamor, queremos tocar la puerta del olvido. Olvidar esa fragilidad humana que me hizo necesitarlo”.
El cantante mexicano Carín León fue criticado por sus seguidores por presuntamente promover el consumo de drogas ilícitas. Esto luego de que en un recital en Sonora, antes de una canción dijera "tengo antojo de perico”.
OMark Zuckerberg se convirtió en el villano del día, luego de que las redes sociales de Meta, Facebook e Instagram, presentaran fallas a nivel mundial. Los usuarios se quedaron sin checar sus muros durante varias horas en todo el planeta.
OEntre los beneficios obtenidos por los trabajadores está el aumento de 18% al salario
Los cambios que han tenido las políticas laborales del Estado mexicano durante la Cuarta Transformación han sido muchos. Algunos muy evidentes, como el histórico aumento del salario mínimo. Otras agendas, como las 40 horas de jornada laboral y el aumento del aguinaldo, siguen pendientes de resolver.
Todas las luchas sociales deben avanzar con pasos de plomo, a veces lentamente, a veces más rápido. La modificación de los cuerpos de leyes y de las condiciones reales de trabajo para las personas es un proceso paulatino, de negociación, movilización y organización. La meta es nunca dejar de avanzar, ni de luchar.
Las últimas noticias de la huelga del sindicato de los trabajadores del Nacional Monte de Piedad demuestran lo anterior. Aunque las agendas deben continuar avanzando, las condiciones que propicia la Cuarta Transformación para la lucha de los trabajadores es de mucha mejoría en favor de los más desfavorecidos.
Antes del estallido de la huelga, algunos trabajadores de Nacional Monte de Piedad ganaban