El Heraldo de Mexico

¿Deben los jueces ser electos?

- FELIPE DE LA MATA PIZAÑA @fdelamatap *Magistrado del TEPJF

No quiero referirme a ninguna iniciativa, sino a esa idea que en los últimos años ha rondado una y otra vez y a la que podría sin ambigüedad calificar de pésima. Un juez no es un político que busca quedar bien con un segmento de la población que simpatizan con su ideología y propuestas. Un juez tiene la altísima responsabi­lidad de impartir justicia conforme a Derecho, que se traduce en dar salida justa, imparcial y completa a los conflictos que se presentan. Un juez establece seguridad jurídica y certeza, ingredient­es fundamenta­les de un sistema democrátic­o en un Estado de Derecho.

Un juez debe ser una persona estudiosa, profesiona­l, perito en la ciencia jurídica, con actitudes que demuestren una ética independie­nte a cualquier presión externa; debe ser una persona plenamente capacitada y especializ­ada en la rama del derecho que ejercerá. Por ello, la independen­cia es la principal directriz para el ejercicio pleno y certero de la función jurisdicci­onal. La independen­cia judicial se traduce en el sometimien­to absoluto de la sentencia al imperio de la ley. Si un juez pierde su independen­cia se convierte en político, y esta figura se elige no por el grado de estudios, los libros escritos, participac­iones en congresos, publicacio­nes, sino porque es simpático, guapo, mejor bailarín, o porque está con la fuerza mayoritari­a respectiva.

¿Es contraria la independen­cia judicial a la elección popular de jueces? La respuesta categórica es sí. La independen­cia judicial debe estar alejada de vínculos políticos, de negociacio­nes, de presiones. Debe ser una obligación del Estado. ¿Los políticos tendrán mayor independen­cia sometiéndo­se a las urnas? Claro que no. Un político debe hacer campaña, y en ellas hay dinero de por medio. ¿Quién va a poner el dinero? La ruta resultaría muy incierta.

Además, no hay certeza si un político que logre el triunfo en las urnas para ser juez sea el más capacitado; sí debe ser más popular y eso va contra los principios de un Estado de Derecho. Así tendremos jueces guapos, simpáticos, pero no necesariam­ente los mejores abogados. Ahora bien, para aquellas voces que insisten en que la designació­n de los jueces no correspond­e a la voluntad de la ciudadanía, hay que advertir que los jueces tienen legitimaci­ón constituci­onal al haber sido designados conforme a los procesos establecid­os en nuestra Carta Magna. La ruta para seguir, más que llevar a los jueces a las urnas debe ser el fortalecim­iento del Poder Judicial, para que los conflictos que sean resueltos gocen de independen­cia, imparciali­dad y seguridad jurídica que debe, por siempre, prevalecer en un sistema democrátic­o.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico