FUERA DE CONTROL
Omenos 14 hombres regados en las calles de Pétionville, justo debajo de las comunidades elevadas de Laboule y Thomassin.
Desde el amanecer, hombres armados sembraron el terror en Laboule y Thomassin, dos barrios de Pétion-Ville donde han atacado un banco, una gasolinera y varias residencias privadas.
Entre las casas saqueadas se encuentra la de un juez del Tribunal de Cuentas haitiano, Pierre Volmar Demesyeux, que pudo escaparse de la vivienda gracias a una intervención policial, según un allegado.
Por su parte, la cadena CNN visitó una escuela en la capital de Haití, que fue transformada en un refugio para los menores que huyen de la violencia desenfrenada de las pandillas, que también controlan el suministro de productos básicos, como la comida.
La compañía eléctrica de Haití anunció que cuatro subestaciones en la capital y otras zonas "fueron destruidas y totalmente estropeadas". Como resultado, gran parte de Puerto Príncipe estaba sin luz.
Desde principios de mes, los grupos criminales atacan con una coordinación sin precedentes los últimos vestigios del Estado haitiano: el aeropuerto, las comisarías, los edificios gubernamentales, la Penitenciaría Nacional.
La víspera la directora de la agencia de la ONU para la infancia (Unicef), Catherine Russell, había alertado sobre la catástrofe vivida en Haití.
"Muchas, muchas personas están sufriendo hambre y malnutrición y no logramos hacerles llegar la ayuda que necesitan", declaró en una entrevista con CBS. "Es la peor situación que se haya visto en décadas".
EL TOMA Y DACA