HACIA DÓNDE APUNTAN LAS CONVERSACIONES EN EDUCACIÓN ¿NOS ORIENTAN?
educación de calidad que necesitan, al menos no en la medida que requieren para desarrollarse plenamente y enfrentar los retos presentes y futuros. Hay un consenso claro en que nuestro sistema educativo público enfrenta numerosas carencias que repercuten directamente en las aulas y las escuelas, justo donde cotidianamente se realiza el derecho a estar, aprender y participar.
En este esfuerzo nos preguntamos si esta conversación nos permite orientar las decisiones educativas para nuestro país. De las 31 organizaciones obtuvimos casi 240 propuestas y temas. Los más significativos señalan la urgencia de aumentar el financiamiento para asegurar un servicio educativo que promueva la igualdad de oportunidades y zanje las brechas en los aprendizajes, profundizados por la pandemia de 2020 y que aún no logramos recuperar.
Pero, así como identificamos líneas comunes tales como el financiamiento, el regreso de las Escuelas de Tiempo Completo, un énfasis en la primera infancia o la preocupación por incluir el aprendizaje de la tecnología, observamos una clara necesidad de escuchar las voces de los actores fundamentales en el proceso: docentes y estudiantes. Sin duda los temas abordados y las propuestas los incluyen y tendrán efecto.
Como reflexión, observamos la necesidad de apuntar como área de oportunidad el que organizaciones y actores reconozcamos la importancia de hacer explícita una necesidad compartida hacia el avance de la agenda de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible 2030 (ODS), firmada en el 2000 junto con 189 naciones. Conviene justo en este momento de la conversación y de cara a los procesos de la elección, recordarnos que en los próximos seis años nos comprometimos, entre otras metas, a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, eliminando las disparidades, fomentando el enfoque de género e impulsando el financiamiento que ponga como prioridad la inversión en educación. Es con esta mirada que lograremos, entregar mejores condiciones para que niñas, niños y adolescentes ejerzan plenamente su derecho a estar, aprender y participar en la escuela.
“En los próximos seis años nos comprometimos a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, eliminando las disparidades”.