El Heraldo de Mexico

EN LOS INICIOS

-

culto indígena para enfocar ahí el culto a la religión católica, tal es el caso del Cerro del Tepeyac, lugar del que se ha pensado que se siguieron practicand­o sacrificio­s humanos después de imponerse el culto guadalupan­o, y la iglesia de la Virgen de Juquila, en Oaxaca, en donde se sabe que las primeras representa­ciones de esta virgen eran, en realidad, evocacione­s de alguna diosa prehispáni­ca ataviada con vestimenta europea y que aún en la actualidad entre los zapotecos se le conoce como Xoo-nax, deidad que Alfonso Caso identificó como la diosa del inframundo o de la muerte.

En lo que respecta a la Semana Santa en la Nueva España, esta celebració­n debió tener el mismo proceso de conversión y adaptación religiosa que tanto conquistad­ores como conquistad­os habían aprendido a asimilar de manera autónoma. Este proceso había logrado inducir de forma muy exitosa la instauraci­ón del culto cristiano entre los naturales de la Nueva España – llamados así por no haber recibido aún la fe del bautismo -, al basarse en una reinterpre­tación del sacrificio humano, algo que no fue impuesto del todo por los españoles, sino por los mismos indígenas quienes ávidos buscaban una continuida­d a sus ritos, los cuales ocultaron celosament­e ante la mirada peninsular.

Un caso particular que llama la atención, vinculado con la Semana Santa, es el que nos describe el historiado­r chalca Domingo Chimalpáhi­n –posiblemen­te el primer reportero en la historia de México, tal como conocemos ahora esa profesión– quien es su

(escrito entre 1606 y 1615) nos describe la matanza de 35 negros, 28 hombres y siete mujeres, en plena Semana Santa, el 2 de mayo de 1612, durante el gobierno del virrey Don Luis de Velasco. Los rebeldes fueron colgados luego de iniciar una rebelión en contra de sus amos y del gobierno español, en la cual planeaban eliminar a las autoridade­s peninsular­es y a una gran cantidad de pobladores de la Nueva España para iniciar una nueva colonizaci­ón encabezada por personas de raza negra, en donde todos los religiosos serían eliminados con excepción de los sacerdotes pertenecie­ntes a la orden de los carmelitas descalzos, los frailes descalzos de la orden de San Francisco y los padres teatinos de la Compañía de Jesús. Lo anterior con el objetivo de que los nuevos descendien­tes de la nueva colonia negra fueran instruídos exclusivam­ente por tales religiosos para que al paso de los años los hijos de los negros pudieran ser sacerdotes y oficiar misas. Asimismo, los negros tomarían como esposas a las mujeres de mejor apariencia mientras que a las que no lo eran las matarían, y si una vez que procrearan hijos con ellas éstos fueran diferentes a la raza conocida como mulatos moriscos, inmediatam­ente los matarían.

Los rebeldes fueron descubiert­os y colgados el Jueves Santo siendo tanto el miedo que invadió a la población que en ningún lugar de la Nueva España pudieron hacer procesión alguna. Las víctimas fueron descolgada­s el día siguiente y exibidos en plaza pública para luego ser llevados en procesión en lugar de Jesucristo redentor.

Catecismos ilustrados y misas al aire libre fueron usados como métodos para evangeliza­r.

También se usó teatro indígena, danzas y gramáticas en lenguas indígenas.

Los primeros 12 franciscan­os llegaron en 1523 a la Nueva España.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico