GUERRA SUCIA DE LA OPOSICIÓN
solamente en perder aprobación ante las y los mexicanos.
Ese panorama desolador en que se encuentran los defensores del neoliberalismo en México les ha obligado a entregarse -aún más- a los dictados de los think tanks de EU y los medios de comunicación de la oligarquía estadounidense. Desde esos organismos salen las líneas de discurso y comunicación en contra de la Cuarta Transformación. Ni siquiera en eso han tenido éxito, pues las campañas de odio y desinformación han brillado por la pírrica victoria de imponer en Twitter/X tendencias infladas desde el extranjero, principalmente en Argentina y España, pero sin haber podido mover un ápice las preferencias electorales en favor de Xóchitl Gálvez. Todo lo contrario, la opción de la continuidad de la Cuarta Transformación se consolida como puntera en todas las encuestas de opinión.
Sabedores de que el infame go negative que Jorge Castañeda propuso en televisión abierta, cuando llamó a los tomadores de decisiones del war room de la candidata panista a comenzar la guerra sucia en contra de Claudia Sheinbaum, simplemente no ha tenido éxito, la derecha apuesta a deslegitimar la elección presidencial. La idea no es ganar la elección. Las cúpulas partidistas y los grandes multimillonarios que tanto en México como en el exterior apoyan los esfuerzos de la guerra sucia mediática apuestan a que Claudia reciba el poder presidencial de manos de López Obrador en un ambiente de ingobernabilidad y descrédito ante los grupos menos politizados y los actores sociales y políticos del exterior. La gente está más despierta que nunca, y los ataques de la derecha encontrarán una inmensa resistencia popular, que nace de la educación y el amor, valores opuestos a la apuesta de la oposición.
“Muchos empresarios, medios de comunicación y pseudoanalistas emprendieron una campaña de desprestigio a las políticas públicas del mandatario”.