Sinaloa, cuna del narcotráfico
Desde el inicio de la administración lopezobradorista, Sinaloa ha sido foco de atención. La cuna del “Chapo” Guzmán y del Mayo Zambada, fundadores del Cártel de Sinaloa, que ha extendido su poder a más 100 países, volvió a ser nota después de que el 22 de marzo levantaron a 66 personas, 8 de ellas aún continúan desaparecidas. De acuerdo con el Presidente y la Sedena, el secuestro masivo se debió a un supuesto enfrentamiento entre “Los Chapitos”, hijos de Guzmán Loera, y su tío, Aureliano Guzmán, “El Guano”.
Días después del caos desatado en Culiacán, que recordó al culiacanazo que sembró el terror por la aprehensión y posterior puesta en libertad de Ovidio Guzmán El Ratón, en 2019, por toda la ciudad fueron colgadas mantas con mensajes intimidantes para advertir a quienes llegaran a cometer secuestro o cobro de piso; estaban firmadas con las iniciales IAG, de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, El Chapito. Las mantas no sólo contradijeron la versión oficial, sino que dejaron ver que el secuestro de las 66 personas se debió a que éstas habían transgredido la Pax Narca impuesta por el Cártel de Sinaloa, y habían incurrido en delitos no tolerados por los verdaderos amos de la entidad. El hecho de salir a hacer una declaración pública de esta magnitud, pone de relieve lo que el crimen organizado posee la capacidad de establecer una estructura paralela al Estado.
Porque detrás de la estrategia de seguridad federal de abrazos, no balazos, hay una lógica que el presidente Lopez Obrador ha empujado y es ley: la inseguridad es producto del debilitamiento de los grandes grupos criminales, dando paso a la proliferación de bandas que se aprovechan de la situación. Habría que recordar que en 2022 señaló que los bajos índices de homicidios en Sinaloa se debía a que “hay lugares en donde predomina una banda fuerte y no hay enfrentamientos entre grupos y por eso no hay homicidios”. Esta idea de que solamente se matan entre criminales, es la respuesta más factible a la inacción de las fuerzas de seguridad. No hay otra manera de entender que no se combata frontalmente al crimen y que desde todos los ámbitos de gobierno, se tolere la impunidad. Para poner las cosas desde un enfoque más claro: el gobernador morenista Rubén Rocha llamó a turistas y habitantes a disfrutar de las vacaciones de Semana Santa sin temor alguno, como si nada hubiera pasado. De las condolencias por la muerte de la madre del Chapo y disculparse con él por llamarlo por su apodo y no por sus apellidos, el Presidente ha dejado claro que para mantener la paz, hay que hacer ojos ciegos a los grandes capos del crimen organizado