El plan de Durazo
Para resolver un problema definitivamente el primer paso es reconocer que lo tenemos.
Es un hecho demostrado con datos y estadísticas que en Sonora, en los años recientes, no le hemos sacado provecho a nuestra privilegiada posición geográfica en la que compartimos cientos de kilómetros de frontera con los Estados Unidos, además de nuestra cercanía con el Estado de California, que por sí mismo representaría una de las primeras 10 economías del mundo.
Tampoco le sacamos el provecho debido a nuestros cientos de kilómetros de litoral, ni comercial ni turísticamente.
Ahora bien, Sonora no se va a cambiar de ubicación, pero lo que sí tenemos que cambiar es nuestra forma de movernos en ese concierto económico nacional y mundial para competir verdaderamente con el resto de las entidades mexicanas.
Hay un plan, en parte ya está en marcha y por lo que se ve está en ruta de convertir e Sonora en un Estado mucho más competitivo de lo que hemos sido hasta ahora.
Hay estados de la República que han aprovechado desde el principio tanto las malas relaciones de Estados Unidos con China, como las serias complicaciones logísticas que ocasionó la pandemia del Covid y que provocó que escasearan desde chips hasta cientos de miles de componentes que, o dejaron de producirse, o se quedaron atorados en los contenedores de los grandes puertos alrededor del mundo porque no había quién los moviera, todos estábamos confinados.
El martes pasado tuve la oportunidad de moderar un panel en el que participó el gobernador Alfonso Durazo, quien junto con otros participantes habló de los retos y oportunidades de Sonora.
En este aspecto me queda claro que el mandatario tiene un plan, es realista, tiene una ruta y tiempos marcados.
Van desde el Plan Sonora de Energía, que ha promovido y defendido en muchos foros; la modernización del puerto de Guaymas y su conexión con Chihuahua con una carretera que además detonarán el turismo en San Carlos.
Le explotación de yacimientos de litio y la construcción de dos grandes plantas de gas licuado, una en puerto Libertad y otra en Guaymas, que atenderán la demanda asiática.
La narrativa de Durazo en esos temas ha sido consistente, la ha explicado con suficientes datos e, insisto, marcando tiempos.
Está claro que algunos de estos proyectos son a mediano o incluso a largo plazo; otros ya están en marcha, como el Plan Sonora de energía.
En algún momento se tenían que empezar, ahora entendamos que todo lleva su tiempo.
Y le digo que son realistas y se ajustan a una necesidad real de ser más competitivos, porque son esos proyectos los que nos van a permitir atender la demanda internacional, hacer cosas que ya hacen en otros estados, detonarán inversión y la generación de más empleos y mejor pagados.
Son obviamente ideas generales las que yo aquí les pongo, pero hay que ponerle atención a lo que no deja de decir el Gobernador sobre estos temas.
Veamos lo que sucede en el ámbito económico internacional y nos daremos cuenta de que todo esto atiende a esa realidad.
No estuvimos listos para acercarle a Estados Unidos cosas que dejaron de hacerse en Asia y que ahora se harán en México, pero no en Sonora.
Tenemos que ponernos al día, pero evidentemente nos vamos a tardar y eso debemos entenderlo.
Imagínese usted: El proyecto para modernizar el puerto de Guaymas estaba entre los planes de Luis Donaldo Colosio y Durazo lo rescata, cosa que a mí me parece muy positiva porque urge que ese Municipio retome una dinámica económica que perdió desde los 90 y que no ha podido recuperar.
Le tocaba hacerlo a Zedillo, pero no se dignó.
El Gobernador lo retoma 28 años después y qué bueno, nunca es tarde.
Este tema lo traigo desde el martes, cuando en el marco de los 55 años de la Cámara Mexicana de la Construcción en Sonora se organizó un panel que moderé gracias a su presidente, Jorge Aguirre, a quien le agradezco mucho su invitación.
Por cierto, a juzgar por las palabras que Durazo le dedicó al presidente de la CMIC, más vale que no lo pierda usted de vista porque parece que hay proyectos para él.