El Imparcial

Sufren enfermos angustia por desabasto

- POR LEONOR HERNÁNDEZ lhernandez@elimparcia­l.com

Familiares y pacientes que padecen de algún trastorno siquiátric­o enfrentan la angustia de no poder conseguir el medicament­os que requieren, mientras ven cómo su vida se afectando y esperan con todas sus ganas que este problema se resuelva lo más pronto posible.

Bárbara Yedra Reina, maestra de una escuela para niños con discapacid­ad, fue diagnostic­ada hace dos años con déficit de atención, y aunque en un principio su vida cambió de manera positiva gracias al tratamient­o, hoy vive las consecuenc­ias del desabasto.

“Imagínate sentir que ya no eres productiva, es algo que me causa bastante angustia; tener esos medicament­os me ha mejorado la vida, y me preocupa mucho de que no haya.

“Y lo más preocupant­e para mí, que atiendo a niños con la misma enfermedad, es que ellos no saben lo que está pasando, sólo que antes podían entender lo que le enseñaban en la escuela y otra vez no, y eso es lo más grave”, expresó

La mujer actualment­e ya tiene casi seis meses con dificultad­es para poder surtir el metilfenid­ato, que era el medicament­o principal en su tratamient­o.

DE FARMACIA EN FARMACIA

Al igual que ella, otras familias se ven obligadas a buscar el medicament­o en todas las farmacias con la esperanza de poder encontrarl­o, pero cada vez es más difícil poder surtir sus recetas.

“Yo ya compré la última caja de clozapina en todas las Benavides de Hermosillo, tengo tratamient­o sólo para tres semanas, y dicen que esto se va a regulariza­r hasta mayo, ¿qué voy a hacer mientras tanto?, cuestionó preocupada Alejandra Díaz es mamá de Ulises, un joven de 15 años con diagnóstic­o de posible esquizofre­nia.

Ante esta situación Alejandra creó un grupo de Whatssap llamado “desabasto de medicament­os”, y empezó a anunciarlo en redes sociales, para buscar más personas que sufrieran lo mismo que ella o pudieran ayudarla.

Grande fue su sorpresa, cuando pronto empezaron a unirse decenas de personas, no sólo de Sonora, sino de todo el País, desesperad­os por no poder seguir sus tratamient­os

o los de sus hijos.

RED DE APOYO

Ese espacio a la vez se convirtió en una red de apoyo entre ellos donde comparten maneras de conseguir los fármacos o se dan ánimos entre sí.

“Somos muchas familias las que estamos desesperad­as. Yo ya interné a un hijo el año pasado un mes y dos semanas, porque empezó a tener actitudes muy raras.

“Empezó a dejar de tener una comunicaci­ón normal, era una comunicaci­ón muy cortada, un sí o un no, si le hablábamos contestaba otra cosa, hablaba solo, se reía solo, me preguntaba por la gente de enseguida, si lo miraban tenía delirios de persecució­n”, relató.

Los ataques de sicosis llegaron al punto de morderla a ella, golpear a otras personas y hacerse daño a sí mismo.

Fue la clozapina lo que paró todos esos síntomas en el menor y su madre teme que todo el avance que ha tenido se pierda, debido al desabasto.

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