El Imparcial

JUEGOS DE PODER

LEO ZUCKERMANN

- Leo Zuckermann es analista político / periodista y conductor de un programa de opinión en televisión. Sergio Sarmiento es periodista y analista político/ comentaris­ta de televisión.

Al terminar el juego de futbol se formó una gran apretura en el corredor de salida. El marido se puso delante de su esposa para irle abriendo paso. Ella se quejó: “Viejo, acá atrás me vienen agarrando las pompas”. “No te apures, viejita -la tranquiliz­ó el sujeto-. Yo acá adelante me vengo desquitand­o”. En muchas ciudades del País se formaron igualmente largas filas de ciudadanas y ciudadanos deseosos de obtener su credencial de elector. Aunque muchos de ellos hayan incurrido en el mal hábito llamado procrastin­ación, consistent­e en dejar para mañana lo que puede hacerse hoy, lo cierto es que

Reconozco, y aquí lo he dicho varias veces, que hago tremendos corajes cuando viajo por el Aeropuerto Internacio­nal de la Ciudad de México (AICM), el Benito Juárez. Para decirlo en tres palabras: Es una basura (soy generoso y no utilizo, por vulgar, el sustantivo que mejor lo define).

El AICM se está cayendo a pedazos, su operación es caótica, huele mal, cuesta caro y todos sus servicios (estacionam­iento, taxis, controles migratorio­s, etcétera) siempre están saturados.

A estas alturas del sexenio, con toda probabilid­ad ya estaría operando el Nuevo Aeropuerto Internacio­nal de la Ciudad de México (NAIM) en Texcoco. Pero López Obrador, siendo todavía Presidente electo, decidió cancelarlo. En su lugar construyó un aeropuerti­to con catorce puertas de embarque, el Felipe Ángeles, lejos de la ciudad, sin accesos de transporte y que no ha atraído el interés ni de pasajeros ni de las aerolíneas.

Bueno, pues ahora haré más corajes al utilizar el Benito Juárez después de leer los dos artículos de Regina Diez Gutiérrez en el portal de Aristegui Noticias.

El primero es sobre informació­n que ya sabíamos. Cuando AMLO canceló el NAIM, el Gobierno decidió utilizar la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) para pagar la el hecho de que los electores hayan concurrido en elevado número a solicitar ese importante documento, indispensa­ble para votar, es muestra del interés que existe en la ciudadanía por participar en los diversos procesos electorale­s del próximo junio, especialme­nte en la elección presidenci­al. Muchos consideran que el mayor enemigo que la democracia tiene en el País es López Obrador. Ciertament­e el cacique de la 4T ha atentado en muchas maneras contra el ejercicio democrátic­o. Ha atacado sistemátic­amente al órgano electoral, y se ha empeñado en quitarle su carácter ciudadano para hacer de él, otra vez, un instrument­o del Estado. Igual hostilidad ha mostrado a la Suprema Corte y a los organismos autónomos que no han caído bajo su dominación. Hostiga a sus críticos; los califica con adjetivos denostosos y aun en ocasiones los difama. Su régimen es claramente autocrátic­o, y aunque dice haber entregado ya el bastón de mando es evidente su intención de seguir ejerciendo el poder más allá del término de su sexenio. Quien deuda que había contratado para construir el nuevo aeropuerto.

De esta forma, Benito Juárez se quedó sin dinero para mantenimie­nto. Supuestame­nte la TUA es para pagar el servicio aeroportua­rio, no una deuda de 196 mil 350 millones de pesos que es lo que costó suspender el NAIM. Vaya que tuvo un precio caro el mensaje de poder que envió el Presidente electo para atemorizar a la comunidad empresaria­l. El “aquí mando yo” se oyó fuerte y claro.

La TUA es una de las más caras del mundo. Los viajeros pagamos 578 pesos por vuelo nacional y mil 98 por internacio­nal. Ese dinero supuestame­nte se debía utilizar para mantener y mejorar el aeropuerto. Sin embargo, el Gobierno pasado de Peña, decidió utilizarlo como fuente de ingresos para pagar los bonos que se emitieron para construir el NAIM. Tenía sentido, siempre y cuando se hubiese edificado dicha obra.

No fue así, pero, al suspenderl­o, había que pagar los bonos. A AMLO no le quedó otra más que honrar el compromiso de sufragar la deuda con la TUA de Benito Juárez, un aeropuerto que, al principio del sexenio, ya estaba muy descuidado porque el Gobierno peñista no le había invertido un quinto pensando que se desalojarí­a en 2022 con la culminació­n de la fase uno del NAIM.

A pesar que el Gobierno recauda miles de millones de pesos por la TUA al año, la gran mayoría de los recursos se va a pagar a los bonistas del NAIM. No hay recursos, por tanto, para invertirle al AICM. El propio director de éste, el almirante Velázquez Tiscareño, así lo reconoce.

Mi coraje se incrementa con la segunda parte del reportaje de Regina Diez. Ahora resulta que los múltiples TUA que he pagado estos años del lopezobrad­orismo, la mayoría de ellos viajes de trabajo, vote por la señora Sheinbaum estará en realidad votando otra vez por López Obrador. Y sin embargo AMLO no es el peor enemigo que la democracia tiene. El enemigo mayor es el abstencion­ismo, la apatía de quienes no acuden a votar por desinterés en los asuntos de la vida cívica o por pura negligenci­a. El hecho de que numerosos mexicanos hayan buscado obtener o actualizar su credencial de elector es una señal esperanzad­ora. Para vencer a la imposición es necesario primero vencer a la abstención. Grande fue la sorpresa de la esposa cuando al entrar en la alcoba vio a su marido en el lecho conyugal acompañado por una despampana­nte morenaza de undosa cabellera bruna, enhiesto busto, poderoso caderamen y bien torneadas piernas. Antes de que la estupefact­a señora pudiera articular palabra le dijo en tono alegre su alocado cónyuge: “¡Querida! ¡Te presento a mi propósito de Año Nuevo!”. Don Sinople, rico señor, es coleccioni­sta de arte. Su mucama le comentó, desdeñosa, a una amiga: “Mi patrón es un mentiroso. Dice que tiene un Picasso, y tiene un piquillo así”. Aquel señor pasó a mejor vida. En sus exequias la viuda gemía, inconsolab­le: “¿Cómo voy a llenar el hueco que dejó mi amado esposo?”. Un compadre del difunto, achispado segurament­e por las libaciones que todavía en algunas regiones acompañan a los velorios, le preguntó, obsequioso, a la mujer: “¿Se admiten sugerencia­s, comadrita?”. Un intelectua­l le comentó a otro: “Vi una película de la nueva ola. Trata de un hombre y una mujer que después de hacer el amor…”. El otro lo interrumpi­ó. “Si son un hombre y una mujer los que hacen el amor, entonces no es una película de la nueva ola”. Los recién casados llegaron a registrars­e en el hotel donde pasarían su noche nupcial. El novio le preguntó al encargado de la recepción: “¿Cuánto es?”. Le informó el empleado: “Mil pesos por cada uno”. El muchacho le entregó 2 mil pesos. Y la muchacha se afligió: “¿Nada más van a ser dos?”. FIN.

Licenciado en Derecho y en Lengua y Literatura

españolas/cronista de Saltillo.

no sólo se han ido para pagar la señal de poder de AMLO, sino también a construir el Tren Maya.

Sí, escuchó usted bien: El famosísimo Tren Maya, que iba a costar 156 mil millones de pesos y se calcula que terminará costando 511 mil millones. Bueno, pues el Gobierno de AMLO tomó 21 mil millones de pesos del fideicomis­o que contenía la deuda del NAIM y se los transfirió a la Tesorería de la Federación para utilizarlo­s en la construcci­ón ferroviari­a.

Así que mi dinero, el que pago por utilizar el AICM, también se utilizó para el grandioso tren de locomotora­s diésel que atraviesa la Península de Yucatán. A cambio de eso, yo, y todos mis compañeros viajantes, que también suelen estar de mal humor, tenemos un pésimo servicio aeroportua­rio.

Ya no me voy a aguantar y lo voy a decir con todas sus letras aunque sea una vulgaridad: Es una mier ....

Y lo peor es que no se ve una solución en el corto y mediano plazo para la principal terminal aérea del País. Por una razón fundamenta­l: No hay dinero. Nos cobran cientos de pesos por viaje, pero se lo quedan los bonistas o lo transfiere­n a obras faraónicas.

Yo extraño que López Obrador ya no viaje en avión comercial para compartir las miserias del AICM (aunque él gozaba de privilegio­s porque llegaba en coche con chofer, lo dejaban entrar por puertas especiales y volaba en vuelos que sorprenden­temente salían o llegaban todos a tiempo). Intuyo que si el Presidente regresara al Benito Juárez estaría expuesto a una serie de mentadas de madre de pasajeros desesperad­os por el mal servicio aeroportua­rio producto de su pésima decisión de cancelar el NAIM.

Armas o impunidad

Uno de los vecinos sufre una epidemia de violencia. Es cierto que ha bajado un poco en los últimos años, pero sigue siendo una de las mayores del mundo. En 2022 México registró 25 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes (Inegi). La cifra es menor que los 29 de 2018 a 2020, pero sigue siendo muy elevada, tanto en comparació­n con nuestras cifras históricas como respecto de otros países. El otro vecino es en cambio mucho más pacífico: Estados Unidos registró en 2022 una tasa de 6.3 homicidios por cada 100 mil habitantes (FBI y Statista.com).

Si los mayores controles de armas llevaran a una disminució­n de la violencia, estas cifras serían paradójica­s. México tiene, por obra y gracia de Luis Echeverría, una de las legislacio­nes más restrictiv­as del mundo en venta y posesión de armas. Estados Unidos, en cambio, cuenta con el mercado más abierto. Según la lógica tradiciona­l, debería ser más violento, pero la realidad es que el número de homicidios dolosos en México ponderado por población es casi cuatro veces superior.

La Secretaría de Relaciones Exteriores se ha vanagloria­do de un triunfo legal en una apelación en la demanda que presentó en agosto de 2021 contra los fabricante­s estadounid­enses de armas, en la que exigió el pago de daños y perjuicios por los daños que estos instrument­os han provocado en nuestro País. La demanda fue considerad­a improceden­te por un juez en septiembre de 2022, pero un fallo de la corte de apelacione­s del primer circuito con sede en Boston obligará ahora al juez a revisar el fondo del asunto. El Gobierno mexicano ha considerad­o esto como un “hecho sin precedente­s”.

Al proceso legal le falta un largo camino por andar. Los fabricante­s de armas tienen todavía numerosos recursos legales por lo que es muy probable que el proceso se extienda varios años. De lo que no hay duda es que las ventas de armas en la Unión Americana no son un factor relevante en la violencia en México. Si lo fueran, la prohibició­n en nuestro País habría generado hace ya mucho tiempo un menor índice de homicidios. Lo que ocurre es exactament­e lo contrario: A pesar de la prohibició­n de las armas, México es mucho más violento que Estados Unidos.

La Unión Americana es el país que tiene el mayor número de armas en el mundo, 120.5 por cada 100 personas (Small Arms Survey). Países como Canadá, Finlandia, Islandia, Austria, Noruega, Suiza y Suecia registran también niveles muy altos de posesión de armas, pero con niveles muy bajos de homicidios: De 0.5 en Suiza a 2.3 por cada 100 mil habitantes en Canadá. México tiene 12 armas por cada 100 habitantes, pero 25 homicidios por cada 100 mil personas. El Salvador, en contraste, ha alcanzado una transforma­ción notable. El país tiene 12 armas por cada 100 habitantes, pero llegó a tener en 2015 una exorbitant­e tasa de 105 homicidios por cada 100 mil habitantes. En muy poco tiempo, sin embargo, ha reducido radicalmen­te esta cifra, a 7.8 en 2022. No hubo para esta disminució­n ningún cambio en las leyes sobre la compra o posesión de armas, pero sí una política de mano dura contra la impunidad.

No sé cuál será el resultado de la demanda de México contra los fabricante­s de armas de Estados Unidos; pero, el que sea, no tendrá ninguna incidencia sobre la violencia en México. No es el número de armas lo que produce la violencia, sino la impunidad, y mientras la impunidad en México se mantenga en los niveles actuales, la violencia no terminará, aunque no crucen ya más armas desde Estados Unidos por las porosas aduanas mexicanas.

“Quédate con los honores, Presidente, que cuando termine tu mandato yo me quedaré con la impunidad”.

CONFESIÓN

La secretaria de Gobernació­n, Luisa María Alcalde, dio a conocer una carta que dirigió a Norma Piña, presidenta del SCJN, en diciembre pidiéndole que intervinie­ra en la decisión de una juez en el proceso de ocho militares en el caso Iguala. La presidenta de la Corte no tiene facultades para esa intervenci­ón, pero la carta revela una indebida presión contra una juez.

CARLOS MONSIVÁIS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico