Mandatario israelí desafía el fallo de Corte de la ONU
Netanyahu señaló que está en contra de limitar las muertes y la destrucción en Gaza
RAFAH, FRANJA DE GAZA.El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu manifestó su desacuerdo ayer con el fallo de la Corte Internacional de Justicia de limitar las muertes y la destrucción en la ofensiva militar israelí en Gaza, y sostuvo que ellos decidieron y actuaron según lo que es necesario para su seguridad.
Según testigos, tres palestinos murieron la mañana de ayer en un ataque aéreo que, de acuerdo con el ejército israelí, iba dirigido contra un comandante de Hamás en el Sur de Gaza.
El ejército israelí se encuentra bajo una atenta observación ahora que el tribunal más importante de la ONU ha pedido a Israel que publique un informe de cumplimiento con las medidas establecidas en el plazo de un mes.
La decisión vinculante de la Corte, emitida el viernes, no ordena un cese al fuego, pero sus órdenes fueron, en parte, una reprimenda a la conducta de Israel en su guerra de casi cuatro meses contra Hamás, el grupo que gobierna Gaza.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa, por sus siglas en inglés), que es la principal organización de ayuda para la población de Gaza en medio del desastre humanitario, indicó que nueve países suspendieron su financiación tras las acusaciones de que varios miembros de su personal en Gaza participaron en el ataque de Hamás del 7 de octubre, el cual desató la guerra.
Gran Bretaña, Italia y Finlandia se unieron a Estados Unidos, Australia y Canadá en la suspensión de la financiación a la Unrwa.
El jefe de la Unrwa, Philippe Lazzarini, dijo que sería “inmensamente irresponsable” sancionar a la agencia y a la comunidad a la que sirve en un momento tan desesperado para los habitantes de Gaza, especialmente después que despidió rápidamente al “pequeño grupo” de personal.
La agencia, formada por 13 mil personas y que depende casi exclusivamente de las contribuciones de los países, indicó que actualmente administra refugios para más de 1 millón de personas y que su labor “puede colapsar en cualquier momento”.