Baja oferta de vivienda económica por falta de apoyo
Se desploma en un 57% en los últimos 10 años, especialmente la vivienda económica que es adquirida por la clase asalariada
La vivienda de interés social o económica dejó de construirse en Sonora entre el 2016 y 2017 por los altos costos en los materiales y la falta de subsidios federales y estatales, pese a que hay un mercado de cerca de 100 mil acreditados en Infonavit.
El delegado regional del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), Jorge Alberto Borbón Sáinz, aseguró que promueve la construcción de 100 mil viviendas de un costo de 550 a 650 mil pesos a través de la línea III.
Informó que en el Estado hay 232 mil trabajadores precalificados, es decir, que cuentan con créditos aprobados para adquirir nueva o usada vivienda, y el 40% alcanzan créditos de 550 a 650 mil, que es lo que cuesta una de tipo popular.
Norberto Larrínaga Buelna, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), apuntó que por los altos costos en los materiales y la falta de subsidios federales y estatales, los desarrolladores dejaron de construir viviendas económicas entre el 2016 y 2017.
Destacó que desde hace ocho años están enfocados a la edificación de casas de tipo popular (B3) que rondan los 660 mil pesos, la tradicional en 1.1 millón de pesos, la media en 2.4 millones de pesos, la residencial en 4.9 millones de pesos y la residencial plus arriba de los 5 millones de pesos.
“Necesitamos buscarle un apoyo a este segmento de mercado de un 25% del precio del producto, está en chino, mientras no exista todo ese apoyo nosotros nos estamos subiendo a un producto donde la gente tiene capacidad de pagar el doble, que le presten, 600 mil pesos”, externó.
Rodrigo Peña Porchas, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) Sección Hermosillo, apuntó que debido a la falta de oferta de vivienda de interés social, el arrendamiento aumentó en un 30% en el 2023 con relación al 2022.
En los últimos 10 años el ritmo de construcción de viviendas en la entidad se desplomó en un 57%, al pasar de 19 mil 066 en el 2014 a 8 mil 293 en 2023, y la tendencia es que este año se mantenga similar al pasado.
Norberto Larrínaga Buelna, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), informó que pese a que el número de viviendas se redujo, la inversión es mayor debido a que en la actualidad construyen más las de tipo tradicional, media, residencial y residencial plus.
Indicó que en Hermosillo el año pasado cerraron con la edificación de 3 mil 600 casas de la popular a la residencial plus, y este año se estima que serán 3 mil 500, en Caborca 110, en San Luis Río Colorado 663, en Guaymas 393, en Empalme 172 y en Cajeme 275.
“La vivienda económica ahorita no se está atendiendo porque el producto sobrepasa la capacidad de compra que tiene el derechohabiente. La económica está diseñada para un asalariado de 2.7 UMA’s, ellos tienen una capacidad de crédito de alrededor de 300 mil pesos y no hay casas que cuesten a ese precio”, destacó.
La vivienda económica que cuesta alrededor de 300 mil pesos, dijo, es la que tiene problemas de adquisición porque no da la capacidad de crédito de los derechohabientes, pues ya no cuentan con los subsidios federales y estatales que en la actualidad serían de 150 mil pesos.
“No se está atendiendo porque no hay capacidad de compra, los altos costos de los materiales y la falta de subsidio, ya tiene tiempo que se nos canceló, eso no permite que el asalariado pueda adquirir una casa de 45 metros, el rezago es bastante”, subrayó.
La caída en la construcción de viviendas, admitió es alarmante porque se está desatendiendo el renglón social o popular, aunque en términos económicos no es tal la diferencia porque en 2014 se invirtieron de Infonavit, Fovissste y la banca 4 mil 784 millones de pesos y el 2022 fueron 7 mil 043 millones de pesos. El 2023 aún no lo cierran.
En 2022, dijo, se construyeron mil 462 casas de tipo popular, 2 mil 457 de tradicional, mil 278 de media, 750 de residencial y 357 residencial plus.
UN RETO CONSTRUIR VIVIENDA SOCIAL
Las autoridades estatales y municipales están en busca de opciones para reiniciar la construcción de vivienda social con la aportación del terreno e infraestructura y la desgravación en pagos de licencias de construcción, traslados de dominio o registros, gastos notariales y otros, apuntó Larrínaga Buelna.
El presidente de Canadevi en Sonora reveló que en Guaymas y Hermosillo dos desarrolladores arrancaron la edificación de viviendas económicas en terrenos donados por el Gobierno del Estado y les pusieron a disposición otros predios al resto.
“El terreno y la infraestructura representan de un 23 a un 25% del costo total de la casa y como no existe subsidio en una casa de 550 mil para lograr que ese universo de asalariados pueda tener una, ahí está el reto del Gobernador (Alfonso Durazo), en las medidas que se den las condiciones para que estos asalariados tengan beneficios van a empezar a construir esas viviendas”, advirtió.
Este año, agregó, los precios de las viviendas van a aumentar entre un 8% las económicas y la residencial plus hasta 14%, debido a que los materiales que se utilizan son más elevados.
A LA VENTA VIVIENDA ABANDONADA
El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) tiene un marcha un programa para la recuperación de vivienda abandonada, y la cartera actual es de 170 y este año van por mil 500 más, dijo Jorge Alberto Borbón Sáinz.
El delegado regional del Infonavit expuso que estas casas tras llevar un proceso especial, se ponen a ponen en venta a través de los canales de los gobiernos del Estado y municipal, así como de asociaciones civiles.
Comentó que este año firmaron un convenio con Coves, notarios, ayuntamientos e integrantes de la Comisión de Vivienda en el Congreso local para que cada uno aporte un “granito” de arena para construir casas económicas.
“Algunos municipios se comprometieron a otorgar un descuento de hasta 90%, el Estado deberá llevar todo lo que es la infraestructura y terrenos. Los municipios serán facilitadores en permisos y licencias de construcción y nosotros no construimos pero somos promotores de la línea III”, explicó.
En la línea III que abarca créditos de 550 a 650 mil pesos, destacó, hay un universo de 100 mil derechohabientes precalificados, que representan el 40% del total que hay en el Estado, aunque no todos están en búsqueda de una casa.
Añadió que trabajan como promotores de los productos que ofrece el Instituto y en la detección de las necesidades de vivienda de los derechohabientes para informarles a los gobiernos y desarrolladores el núcleo de personas y la capacidad de crédito que tienen, con el propósito de enfocarse en esto.
Subrayó que del total de los trabajadores precalificados sólo entre el 2 y el 4% son los demandantes potenciales de una vivienda, aunque en el 2023 se colocaron 14 mil 057 créditos y de esos el 47.4% fueron de créditos de 450 a 750 mil pesos.
“Somos promotores de la línea integral III para que a través del crédito de los trabajadores se pueda construir vivienda social de 550 a 650 mil pesos a beneficio del 40% del total, que son alrededor de 100 mil trabajadores más o menos, no todos están en búsqueda”, aseguró.
En el 2023, mencionó, se rebasó la colocación de las diferentes líneas de créditos en 5% al cerrar con 14 mil 057, y de esas 10 mil 206 fueron para adquisición de vivienda, lo que dejó una derrama económica de 7 mil 976 millones de pesos en el Estado.
SUBEN RENTAS POR FALTA DE CASAS ECONÓMICAS
Ante la falta de oferta de vivienda de interés social o económica y la especulación en los precios de las existentes, el arrendamiento aumentó en un 30% en el 2023 con relación al 2022, aseveró Rodrigo Peña Porchas.
El presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) Sección Hermosillo señaló que cuando existe una mayor demanda en las rentas, el valor sube pero en el caso de Hermosillo el mercado aún no lo reconoce y por ello no se han modificado los precios.
“Hay incrementos naturales de año en las rentas de al menos lo que fue la inflación (7%) o hasta un 15%, hay una demanda mayor en las rentas de viviendas por la ralentización que es adquirir vivienda, el aumento en las tasas y la especulación de incrementos en precios, se está volviendo más dinámico el negocio de las rentas”, indicó.
El costo promedio de una vivienda de tipo medio bajo, mencionó, oscila en 15 mil pesos en las zonas Sur y Norponiente de la ciudad y en las de tipo medio bajo que están ubicadas en el Surponiente y Norte van de los 18 mil pesos hasta los 30 mil pesos.
“Tenemos escasez y se necesita producción, además de los incrementos en los precios la lentitud en la tramitología para obtener licencias de construcción, permisos, llegar al convenio del fraccionamiento para construir es algo que está jugando en contra de vivienda de interés social”, subrayó.
Un desarrollador con proyecto y terreno en mano, dijo, dura alrededor de un año y medio para realizar cada uno de los trámites que se requiere en los ayuntamientos, donde se autoriza el 90% de éstos.
Somos promotores de la línea integral III para que a través del crédito de los trabajadores se pueda construir vivienda social de 550 a 650 mil pesos a beneficio del 40% del total, que son alrededor de 100 mil trabajadores más o menos, no todos están en búsqueda”.
Jorge Alberto Borbón Sáinz. Delegado regional de Infonavit
La vivienda económica ahorita no se está atendiendo porque el producto sobrepasa la capacidad de compra que tiene el derechohabiente’.
Norberto Larrínaga Buelna
Presidente de la Canadevi en Sonora