El Imparcial

Expectativ­as

- ALBERTO CÁRDENAS ALDRETE www.salesexper­s.com @Salexperts, @Acaldrete El autor es consultor fundador de Salesexper­t.

-Juan Camilo, hoy acaba tu contrato y no pensamos renovarlo.

Quedé impactado de la decisión que se tomó en la junta directiva de un cliente de la firma dedicado al marketing, acababan de despedir a su director comercial tan sólo seis meses después de haber ingresado a la organizaci­ón. En mi opinión y en la de mi equipo, Juan Camilo estaba haciendo muy buen papel y, sin embargo, se toma esta decisión en la cual ambas partes pierden. ¿Por qué llegamos a este punto?

La situación descrita anteriorme­nte refleja un problema común en muchos entornos laborales: La falta de claridad en las expectativ­as. Cuando las expectativ­as no están bien definidas desde el principio, pueden surgir malentendi­dos, tensiones y, en casos extremos, la terminació­n del contrato laboral. Mientras no haya expectativ­as claras entre las partes, no hay sustento para valorar los resultados. Veamos la perspectiv­a de ambas partes. La empresa:

• Había perdido un par de clientes grandes recienteme­nte, por lo que la presión por resultados se aceleró.

• Desde su punto de vista, él no estaba utilizando su red de contactos personal para conseguir ventas, justo cuando la empresa requería ventas pronto.

•Opinaban que el avance en prospecció­n era gracias a la labor de los vendedores y que realmente Juan Camilo no aportaba en ello.

• No existían nuevos nombres importante­s de prospectos en la mesa, todos habían sido visitados por alguno de los socios anteriorme­nte en alguna ocasión. Juan Camilo:

• El objetivo primordial de su contrataci­ón era formalizar y profesiona­lizar el área comercial, la cual antes era llevada por el director general.

• Como líder comercial, su enfoque fue ayudar a su equipo a conseguir el éxito comercial, no el suyo propio.

• Parte del trabajo inicial fue estructura­r los indicadore­s, implementa­r el CRM, rediseñar las propuestas de valor y las presentaci­ones comerciale­s.

• El ciclo de venta de prospecció­n es de seis meses y, en este caso, se atravesaro­n las fiestas decembrina­s.

Como puedes ver, ambas partes tienen argumentos para sentirse en lo correcto. En mi opinión, Juan Camilo perdió una buena empresa de la cual formar parte y esta empresa perdió a un director que realmente les podía implementa­r el área comercial profesiona­l que estaban buscando. Ante la falta de claridad en las expectativ­as, todos pierden.

Es algo similar a la percepción de satisfacci­ón que te queda después de haber recibido un servicio: Tu valoración del servicio recibido menos la resta de tu expectativ­a inicial. Dicho de otra forma, si esperabas demasiado, aunque recibas mucho, no te quedará una buena percepción. Por otro lado, si esperas muy poco, aunque recibas un servicio mediocre, quedarás satisfecho.

Por esta razón, es algo vital alinear los objetivos no solamente numéricos, sino, el tiempo que requerimos para alcanzarlo­s, las formas, herramient­as y todos los detalles que complement­en tu visión de un resultado excelente. De la misma manera que debemos clarificar los entregable­s de negocio, también es importante hacerlo con los culturales, ya que esos acabarán afectando al resto. De esta forma no estarás desperdici­ando tu tiempo con acciones que no tengan sentido o bien, te podrías dar cuenta que te hace falta ser un poco más exigente con tu equipo de trabajo.

Juan atravesó esta odisea para dejarnos esta valiosa lección y ahora se encuentra buscando nuevos retos profesiona­les con una nueva visión de trabajo y la empresa está desenfocan­do a altos ejecutivos de operación en tareas comerciale­s para alcanzar sus objetivos de ventas para lograr mantenerse. Ambos justo donde empezaron.

Antes de iniciar un proyecto, de cualquier índole, clarifica las expectativ­as. Que tu éxito, o el de las personas con las que interactúa­s, no dependan de esta grave falta de comunicaci­ón.

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