Identifican a Hornos y Km 9 sus ricas empanadas y postres
Muchos cajemense se trasladan a estos poblados para poder disfrutar las delicias que ahí se elaboran
CIUDAD OBREGÓN.- En una tradición se ha convertido el hacer una parada obligatoria en alguno de los puestos de empanadas, coricos, pan de mujer y coyotas que se encuentran a lo largo del camino que conecta Obregón con la presa “El Oviáchic”, para disfrutar de estos deliciosos postres.
Habitantes de sitios cercanos, pero también de otros municipios, estados e inclusive países, se deleitan con este tipo de panadería artesanal que, además, es una de las actividades principales de los habitantes de esa zona, principalmente Hornos y Kilómetro 9.
TRADICIÓN FAMILIAR
Como la herencia más valiosa e importante atesora la familia Ochoa Acuña el haber aprendido de manos de su abuela el oficio de la panadería, con el cual hoy en día salen adelante en el Kilómetro 9 rumbo a la presa de “El Oviáchic”.
Víctor Ochoa Oroz, padre de familia, compartió que aunque “La Cabañita” es un negocio que está en su familia hace mucho tiempo, desde hace cinco años con su esposa e hijos se hacen cargo de él.
Comentó que seguir la receta de su madre es lo que los ha vuelto reconocidos entre los alrededor de 10 puestos de venta de los mismos productos que hay en el lugar.
Empiezan a hornear desde las 10:00 horas y se mantienen activos hasta alrededor de las 19:00 horas, contó, aunque durante toda la semana tiene movimiento, es el día domingo cuando tienen mayores ventas.
Tienen diferentes sabores, resaltó, aunque las personas llevan de todas: Cajeta, piloncillo y calabaza, son estas últimas las favoritas y que más se venden.
“Mi mamá nos enseñó cómo hacer estos productos, ella tenía este espacio y me lo pasó, fue cuando empezamos ya como familia a trabajarlo y entre todos amasamos, horneamos y vendemos, es un trabajo de equipo que ha resultado muy bondadoso”, indicó.
Dijo que la mayoría de sus clientes son de la región, sin embargo, también les llegan una gran cantidad de personas de otras partes del País e inclusive del mundo para probar sus deliciosos postres.
LO DISFRUTAN
Jesús López, consumidor, compartió que por lo menos una vez por mes acude en compañía de su familia a comprar este tipo de productos, que disfrutan entre ellos, pero que también llevan para compartir con sus allegados.
“Venimos a desayunar a la birria a Esperanza, luego agarramos para recorrer la presa, a un arroyito, ver cómo está el agua, y de regreso llegamos y compramos para llevar a la casa y para la familia”, indicó.
Sus favoritos son las empanadas de calabaza y pan de mujer, puntualizó, aunque consumen de otros de los productos que ofrecen, esos son los que más disfrutan.
A través del tiempo, expresó, han visto cómo es que la cantidad de puestos de este tipo de productos ha ido en aumento en esas comunidades, y cómo, también, cada uno tiene su propia sazón y toque.
Carolina Torres, consumidora, compartió que disfruta de estos postres desde que es pequeña y que comerlos le trae gratos recuerdos.
“No suelo consumirlos tan seguido, pero cuando tengo la oportunidad los compro y disfruto muchísimo, pero me gustan los originales, los de acá de cerca de la presa, porque su sabor es único, se nota y se siente la diferencia a otros, el tipo de horno, todos los hace tener un sabor único”, dijo.
ES DISTINTIVO
Moisés Corrales Ruiz, director de la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV) de Cajeme, mencionó que este tipo de panadería es una tradición desde hace muchos años que deja una importante derrama económica en esa zona por el gran movimiento de personas que genera.
“Es todo un tema lo de las empanadas, panes y coricos en el kilómetro 9 y los pueblos para aquel lado, que genera gran movimiento de personas y no sólo con quienes van a la ruta turística del ‘Oviáchic’, que ya van
Mi mamá nos enseñó cómo hacer estos productos, ella tenía este espacio y me lo pasó, fue cuando empezamos ya como familia a trabajarlo y entre todos amasamos, horneamos y vendemos, es un trabajo de equipo que ha resultado muy bondadoso”.
Víctor Ochoa Oroz Propietario panaderia
Venimos a desayunar a la birria a Esperanza, luego agarramos para recorrer la presa, a un arroyito, ver cómo está el agua, y de regreso llegamos y compramos para llevar a la casa y para la familia”.
Jesús López
Cliente
Es todo un tema lo de las empanadas, panes y coricos en el Kilómetro 9 y los pueblos para aquel lado, que genera gran movimiento de personas y no sólo con quienes van a la ruta turística del Oviáchic, que ya van a disfrutar de los paisajes y lugares por allá, si no, que hay gente que va exclusivamente por sus panes a esos lugares”.
Moises Corrales Ruiz
Director OCV
a disfrutar de los paisajes y lugares por allá, sino que hay gente que va exclusivamente por sus panes a esos lugares”, puntualizó.
Aseveró que esta actividad beneficia mucho la imagen del municipio, ya que, muchos touroperadores realizan viajes para que las personas se den cuenta de cómo se realiza todo el proceso de estos productos, de inicio a fin.
Este tipo de vendimias es una enorme tradición, que ya forma parte de la “personalidad” de los cajemenses, subrayó, es sabido que en cualquier lugar las personas reconocen a los de la región por su gastronomía.
Agregó que cuando viajan a diversas ferias y eventos suelen llevar productos regionales diversos, entre los que van estos postres, que resultan tener mucho éxito por su gran sabor.