Están activas económicamente 50% de mujeres sonorenses
La mayoría de ellas se desempeña en el sector comercial
El 50% de las mujeres mayores de 15 años en Sonora son económicamente activas y el 98% de ellas trabaja en el sector terciario, principalmente en el comercial, el de restaurantes y servicios, y en la industria manufacturera.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) del cuarto trimestre de 2023, Sonora cuenta con una población económicamente activa de un millón 471 mil 449, de los cuales hay 838 mil 132 hombres ocupados y 591 mil 798 mujeres.
La población femenina mayor de 15 años en la entidad es de un millón 223 mil 599 y de esas 591 mil 798 tienen una ocupación, 444 mil 785 están dentro del rango de asalariadas, 12 mil 798 de empleadoras, 94 mil 362 trabajan por cuenta propia, hay 21 mil 446 no remuneradas, 12 mil 798 con percepciones no salariales y el resto no especificó.
El 71% de las mujeres ocupadas están dentro del sector terciario que engloba el comercio, restaurantes y servicios de alojamientos, servicios sociales, servicios profesionales y financieros, servicios diversos, transportes, comunicaciones, correo y almacenamiento.
El 21.8% de las sonorenses labora en el sector secundario, el 90.3% de ellas dentro de la industria manufacturera y el resto en las industrias extractivas y de electricidad, así como de la construcción, el 5.2% está ocupada en el sector primario y el resto no dijo.
Del total de las mujeres trabajadoras, 163 mil 790 perciben un salario mínimo, 217 mil 065 reciben más de un salario mínimo y hasta dos, 39 mil 829 más de dos salarios mínimos y hasta tres, 18 mil 498 más de tres y hasta cinco y más de cinco sólo 5 mil 114.
El 55% de las mujeres económicamente activas trabajan de 35 a 48 horas, el 12% más de 48 horas, el 17% de 15 a 34 horas y sólo el 105 menos de quince horas.
Con más de quince años de estudio sobre problemas de salud mental y los factores generadores de estrés en las personas, Nadia Corral Frías, sicóloga y neurocientífica por la Universidad de Washington, invita a las mujeres a interesarse por la ciencia, pero sobre todo, a la sociedad a derrumbar los muros que imposibilitan la equidad en este campo.
“Mi invitación más que nada es a cambiar la estructura donde estamos, si eres directivo o funcionario apoyar más a mujeres, no sólo con becas, sino preguntarse ¿qué facilidades les doy?, ¿Cómo las ayudas a lograr sus metas?, ¿Hay guarderías para mujeres que tengan hijos?”, expuso.
La también profesora de tiempo completo en la Universidad de Sonora e investigadora de las bases biopsicosociales de las sicopatologías relacionadas con el estrés, explicó que fue en el 2006 cuando se interesó por este tema y desde entonces vio la falta de oportunidades que tienen las mujeres en el campo científico.
“NO ES LA MISMA”
Hacer un postgrado no es la misma carga para una mujer como para un hombre, señaló, pues socialmente las responsabilidades de las mujeres con la familia son mucho mayores, y eso crea otra carga mental y física que disminuye el rendimiento y las habilidades académicas.
“En una revisión de las prácticas feministas en la academia y específicamente en sicología te puedes dar cuenta cómo las mujeres nos quedamos en rezago, no porque no seamos lo suficientemente inteligentes”, subrayó, “sino porque tenemos más barreras que los hombres.
“Nos dicen, ‘si es la misma carrera’, sí, pero nos pusiste tres barreras más a nosotras, ¿Quiénes cuidan de los
‘ Hay que reconocer que las barreras son estructurales y que esas barreras se deben quitar para que todos tengamos acceso a oportunidades, tanto a la educación, como a poder hacer investigación”,
Nadia Corral Frías, sicóloga y neurocientífica.
niños y las niñas?, ¿Quiénes se encargan de la comida?, en la pandemia hubo una reducción enorme de académicas en México y el mundo, porque eran ellas quienes se quedaba con la tele educación de los niños, igual con los adultos que tenían que ser cuidados, eran las hijas, y eso reducía su tiempo para investigación científica”, mencionó.
Incluso, dijo, la falta de equidad también se ve reflejada en los resultados de becas y apoyos para estudiantes de postgrado en el País.
“Las becas de Conacyt en estudios de postgrado son más o menos igual, creo que dan 51% para hombres y 49% para mujeres, pero vamos avanzando y vamos viendo cuántos y cuántas tienen Snii 1, Snii 2 o Snii 3 y vemos que las proporciones van cambiando.
“Lo mismo quienes reciben apoyo para los proyectos de investigación, y ahí se hace palpalble la inequidad porque las mujeres, sobre todo aquellas con hijos o un hogar, no pueden dedicarse 100% a sus actividades de estudio, hay una imposición social que se los impide”, reflejó.
UN RETO A VENCER
La académica fue contundente en que la representación de mujeres en la ciencia, aunque cada vez es mayor, sigue siendo un reto importante en la sociedad, si la academia y el Gobierno no entienden que deben brindarle oportunidades para ello.
Ella misma, dijo, durante sus años de estudio lo vio reflejado, pues aun cuando ella hizo su postgrado en Estados Unidos, la credibilidad en su trabajo se veía mermado por su género y edad.
“No eran muy directos la manera en que me decían las cosas, no me trataban mal por ser mujer o ser joven, sino que había, y aún hay, una incredulidad palpable sobre el hecho de que yo pueda tener doctorado, ¿Cómo voy a hacer maestra si estoy joven o soy mujer?, es ese tipo de cosas.
“De hecho están empezando a salir muchos estudios sobre el número de investigaciones que hay de mujeres, o se hacen planes de trabajo para visibilizarlas dentro de la universidad, me dicen, es que no hay neurocientíficas, pero tampoco las buscan”, dijo.
Convencida de que las mujeres son tan capaces como los hombres en esta área, expresó la necesidad de que también se les brinden oportunidad y acceso a postgrados e investigaciones científicas.
“La equidad debe ser para todos, hombres y mujeres, porque el beneficio de que haya equidad son mayores estudios y campos de investigación que beneficien a la sociedad”, resaltó.
Pero sin programas de estancias infantiles para mujer, mayor acceso a becas, oportunidades para que puedan estudiar sin descuidar a su familia, la falta de equidad va a seguir existente, visibilizó, y el acceso a la investigación científica para ellas va a continuar siendo un reto.