“Medio lo vi que voló el carro y me tiré”
Ramón Reyes Badilla sobrevivió milagrosamente a un aparatoso accidente en Olivares y Carmelo
Un carro que voló hacia él y lo golpeó en la cabeza es lo que recuerda don Ramón Reyes Badilla, de 69 años de edad, quien sobrevivió a un aparatoso accidente automovilístico por la calle Olivares y José Carmelo, en la colonia Olivares.
Las heridas que tuvo del percance le dejaron el cuerpo hinchado, con una herida en la orilla del ojo en la cual aún tiene suturas, el dolor en sus piernas no le permite caminar bien y perdió alrededor de tres dientes. Pero se está recuperando.
El pasado 7 de febrero del 2024 en el cruce de José Carmelo y Olivares dos carros sedán que circulaban a alta velocidad en la dirección de Sur a Norte chocaron, uno de ellos giró, dio dos vueltas y en el trayecto golpeó a don Ramón.
“Apenas ando saliendo de las dolencias del cuello y todo, aquí me cosieron, tengo inflamados los oídos, este oído más y aquel también, y golpes aquí, me dolía la quijada, todavía me duele y una bola por aquí (en la cabeza)”, cuenta sentado en su hogar.
Hace seis años, explica, que presentó una parálisis cerebral que lo dejó con poca movilidad en su mano derecha y ahora con el reciente accidente le afectó el lado izquierdo, la cual no puede levantar más arriba del hombro.
“Voló el carro y yo lo vi así de reojo y me tiré por eso me lastimé las dos manos, y como la vi así cruzado el carro me pegó un tallón aquí también, me golpeó el hombro.
“Yo medio lo vi así que se levantó el carro, que voló y me tiré así, me pegó, sino me hubiera sacado la cabeza, me pega en seco en el cuello y me pega en la cabeza”, considera.
El movimiento de agacharse para tratar de esquivar al pedazo de metal que giraba fue crucial para que sobreviviera y ahora pueda contra su historia. Por momentos perdió la consciencia y recuerda que uno de sus sobrinos que trabaja cerca de donde ocurrió el accidente, le hablaba.
Según Rogelio Figueroa Tánori, el sobrino de don Ramón Reyes, cuando lo vio pensó que estaba muerto por la cantidad de sangre que lo rodeaba, pero cuando lo vio mover la mano se llenó de esperanza.
“Tuve la suerte de que iba pasando una Cruz Roja, me levantaron y me llevaron aquí a la Juárez (IMSS), ahí me cosieron luego”, relata el sobreviviente.
Don Ramón Reyes recuerda que él se dirigía a trabajar a un taller de carrocería y como acostumbra durante su recorrido a pie, hizo el alto en el cruce para esperar que el semáforo le permitiera continuar con seguridad.
MANEJEN CON CUIDADO
“Venían recio los carros, así circulan todos los carros por la Olivares, muy rápido, pediría que tuvieran más cuidado cuando van a dar vuelta, porque cuando van a dar vuelta le quieren ganar uno al otro”, manifiesta.
Al haber estado cerca de cinco días internado en un hospital y sentirse más recuperado del accidente siente que volvió a nacer y está feliz de pasar más tiempo con su madre, de 86 años de edad.
“No he salido para la calle, es que todavía me falta, no ando bien, me falta un mes todavía y pues tengo que salir a lidiar al toro, como dicen, ahí despacio sin andarme cruzando de aquí por allá”, dice.
Sus familiares aseguran que don Ramón “tiene un angelote”, porque a más de un mes del percance observan que ha mejorado, ha disminuido la inflamación en su cuerpo y él espera pronto caminar en las calles de la colonia Olivares con el mismo cuidado de siempre.
Venían recio los carros, así circulan todos los carros por la Olivares, muy rápido, pediría que tuvieran más cuidado cuando van a dar vuelta, porque cuando van a dar vuelta le quieren ganar uno al otro”.
No he salido para la calle, es que todavía me falta, no ando bien, me falta un mes todavía y pues tengo que salir a lidiar al toro, como dicen, ahí despacio sin andarme cruzando de aquí por allá”.
Ramón Reyes Badilla
Sobreviviente de accidente