La tradición perdura: Aún se usan las carretas de caballos en Navojoa
Un ejemplo es “El Tilín”, quien acompañado de su perro “El Palomo”, se transporta en este medio para trabajar y realizar otras actividades
NAVOJOA.- A pesar del crecimiento comercial, económico y poblacional que ha experimentado la ciudad de Navojoa, una tradición arraigada persiste: El uso de carretas como herramienta de trabajo y medio de transporte para algunas personas, incluso en el casco urbano.
Tal es el caso de Jesús Martín Talamante, que en su carreta, la cual jala su fiel yegua “Panchita” y con un perro mestizo llamado “Palomo”, a bordo del vehículo se mueve por la ciudad buscando solares que limpiar a cambio de una propina.
El hombre de 61 años de edad, quien es conocido como “El Tilín”, trabaja desde hace cuatro décadas limpiando solares y en su carreta carga la basura y escombro que después recicla o desecha en un lugar adecuado.
“A mí me conocen como ‘El Tilín’ y mis animalitos son parte de mi familia; ‘El Palomo’ en cuanto ve que me subo a la carreta él se sube también”, expresó, “la carreta es mi medio de transporte y mi instrumento de trabajo”.
Por el bulevar Centenario pasa con su carreta, la cual contrasta con los edificios e infraestructura moderna de grandes cadenas comerciales, que de 2013 a la fecha han llegado a instalarse en la ciudad ante el inevitable crecimiento urbano y comercial.
“La carreta es un vehículo ecológico, no contamina ni utiliza combustible, los animalejos están bien cuidados no se le sobrecarga, se alimenta y atiende, son como mi familia”, mencionó, “la gente sale y toma fotos y la juega ‘El Palomo’ porque se pone a posar para las cámaras”, comentó, “yo desde morro tengo perros, tenía otro pero se me murió”.
PARTE DE SU VIDA
Para Jesús Siqueiros Martínez, de la comisaría Rosales, el uso de la carreta es parte de su vida desde que tiene uso de razón, reveló, pues incluso sus padres la utilizaban para las actividades del día a día.
“Toda la vida he utilizado carreta, ahora la uso para acarrear pastura para mis animales”, añadió, “y la seguiré usando porque es parte de la cultura, es económico y no contamina”.
Explicó que la carreta es una estructura de madera con dos ruedas, y van sujetas al caballo mediante la silla; tiene un sistema de freno y candados para evitar accidentes, todo esto aseguró de manera que no lastime al equino.
“El caballo tiene que descansar, lo alimentamos bien”, recalcó, “y ya la jornada pues es trabajar acarreando la pastura y como te digo mi carreta es mi medio de transporte y también mi herramienta para ganarme la vida”.
LUCHA AGRARIA
También la carreta fue parte importante para la lucha campesina por las tierras, en la cual Lombardo Ríos Ramírez, historiador, participó, recordó el también reconocido profesor y antropólogo.
“Cuando andábamos por la lucha de la tierra apoyaba a campesinos y de Tesia venían mujeres en sus carretas a las reuniones que hacíamos”, resaltó, “el medio principal de transporte eran carretas y era un desfile enorme de carretas y bicicletas”.
La carreta, apuntó, era más utilizada para el traslado de zacate con el que alimentaban el ganado, una de las principales actividades de las familias de las comunidades rurales de la región del Mayo.
“Nos gustaba enormemente ver cómo el medio de transporte favorito por allá en los años ochenta eran las carretas, incluso las bicicletas, ambos medios muy ecológicos, pero ya llegaron las Itálikas entonces”, expresó, “no había una casa de nuestras comunidades que nos rodean que no tuvieran una carreta o cuando mucho una bicicleta”.
Eran contados los automóviles que había en las comunidades de los años sesenta a los ochenta, añadió, y ahora en la época actual son escasas las carretas que circulan por la ciudad y las que lo hacen son reliquias que se resisten al paso del tiempo.
“La carreta forma parte de la identidad, de la cultura y tradición de la gente de nuestras comunidades”, expresó, “aunque pocas, aún existen algunas y sus usos son para el acarreo de zacate o para repartir el pan, quesos o leche que los mismos ganaderos, pequeños ganaderos elaboran en sus ranchos”.
EL CONTRASTE
Esta práctica, que evoca tiempos pasados y refleja la identidad cultural de la región, continúa siendo parte del paisaje cotidiano de la ciudad, resistiendo el avance de la modernización generando un contraste interesante que atrae a muchos turistas cada año, señaló Martín Soria Rivera.
“Navojoa y en general la región del Mayo es una de las mas interesantes por el turismo cultural, el uso de la carreta aún se puede ver en el casco urbano de la ciudad así como otras riquezas culturales”, apuntó el presidente de la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV) de Navojoa.
Indicó que en promedio se recibe a 2 millones de turistas en la localidad, los cuales en su mayoría son atraídos por la oferta cultural de la ciudad como las fiestas tradicionales de la etnia Mayo y festivales alusivos a la riqueza de la región.
“Por eso tenemos mucho flujo de gente, de visitantes y turistas; también se da mucho el turismo de aventura, tenemos aquí cerca el municipio de Álamos, tenemos cerca la playa y esas festividades ceremoniales de la etnia Mayo”, subrayó.
Por ese flujo de visitantes y turistas la oferta hotelera creció en los últimos tres años, resaltó, incluso de 2021 a la fecha se abrieron tres nuevos hoteles y uno más está por inaugurarse este año incrementando el espacio a 950 cuartos.
“Es importante el crecimiento que se está dando en la ciudad, tanto económico como en infraestructura, eso permitirá a su vez más generación de empleo y generación de circulante mejorando la economía; Navojoa tiene todo para competirle a las grandes ciudades”.
EN EXTINCIÓN
Aunque la carreta aún es utilizada por algunas personas,
A mí me conocen como ‘El Tilín’ y mis animalitos son parte de mi familia; ‘El Palomo’ en cuanto ve que me subo a la carreta él se sube también; la carreta es mi medio de transporte y mi instrumento de trabajo”.
Jesús Martín Talamante Trabajador, 61 años
Toda la vida he utilizado carreta, ahora la uso para acarrear pastura para mis animales, y la seguiré usando porque es parte de la cultura, es económico y no contamina”.
Jesús Siqueiros Martínez
Residente de comisaría Rosales
La carreta forma parte de la identidad, de la cultura y tradición de la gente de nuestras comunidades, aunque pocas, aún existen algunas y sus usos son para el acarreo de zacate o para repartir el pan, quesos o leche que los mismos ganaderos, pequeños ganaderos elaboran en sus ranchos”.
Lombardo Ríos Ramírez
Historiador navojoense
sobre todo adultos mayores, estos vehículos están siendo sustituidos de alguna manera por las motocicletas, apuntó Javier Alatorre Correa, comisario de Seguridad Pública de Navojoa.
“Si hay algunas pero ya son muy pocas las que se ven, antes hace muchos años era el principal vehículo pero ya las sustituyeron por las motocicletas”, comentó, “ya los que traen carreta son señores de la vieja guardia”.
No se tiene un censo exacto de cuantas carretas circulan por Navojoa, reconoció, pues es difícil ya que estas no cuentan con registros o placas y son utilizadas especialmente como herramientas de trabajo para la venta de productos elaborados en las comunidades rurales como quesos, tortillas, entre otros.
“Fueron sustituidas por las motocicletas y es ahorita el problema que tenemos no solo en Navojoa si no en toda la región, los accidentes en motocicleta”, reveló, “a diario levantamos unas 20 infracciones a motociclistas sobre todo por no usar el casco o violaciones a las leyes de tránsito”.
Además las motocicletas es un vehículo que se requiere regularizar, recalcó, pues sólo el 10% de estos vehículos en la ciudad cuenta con placas: “Y son las motos que pertenecen a empresas como repartidoras, farmacias, etc”.
A pesar de la proliferación de vehículos motorizados y el desarrollo de infraestructuras urbanas, muchas personas en Navojoa siguen confiando en las carretas para transportar mercancías, productos agrícolas y materiales diversos. Ya sea en el Centro de la ciudad o en las zonas periféricas, es común ver carretas tiradas por caballos recorriendo las calles, llevando consigo el legado de una tradición centenaria.