LO QUE ÉL QUISO DECIR
RUBÉN AGUILAR VALENZUELA
de los padres jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, y de los laicos Paul Berrelleza y Pedro Palma, en Cerocahui, Chihuahua.
Se inscribe también en la realidad dolorosa de los cientos de miles de muertes violentas y también de las decenas de miles de desaparecidos que han ocurrido en los últimos 18 años, que comprende tres distintos gobiernos federales.
En estos meses la Compañía de Jesús, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (CIRM) han impulsado un proceso de carácter nacional a favor de la paz.
En el marco de este movimiento se realizaron conversatorios y foros de consulta para construir la Agenda Nacional por la Paz y en este proceso, que se realizó a lo largo y ancho del País, participaron más de 20 mil personas y 1,600 organizaciones.
Los resultados de esta consulta se entregaron a 50 expertos que ordenaron las contribuciones de las y los participantes en siete temas: Tejido social, seguridad, justicia, cárceles, adolescentes, gobernanza y derechos humanos.
En el arranque de sus campañas las dos candidatas y el candidato han hecho propuestas sobre cómo resolver la inseguridad y devolver la paz perdida. Son conscientes de que es el problema más sentido por la sociedad mexicana y el que esta considera el más grave.
Los organizadores del evento han dicho que con la entrega de este documento se pretende enriquecer las propuestas de las candidatas y el candidato. Y que esperan que sus ideas puedan ser incorporadas a sus iniciativas.
El Diálogo Nacional por la Paz no se termina en este evento, sino que entra en una segunda fase con reuniones en las que participan iglesias, organizaciones de la sociedad civil, empresarios, académicos, colectivos de desaparecidos y autoridades, para construir Agendas Locales de Paz, con recomendaciones de política pública para estados y ciudades.
Los organizadores se han propuesto que estas agendas lleguen a quienes compiten por más de 20 mil puestos de elección popular el próximo 2 de junio. Esto se hará a través de la Red Nacional de Paz, que se ha constituido como parte del movimiento, que se apoya en las iglesias y en las organizaciones de la sociedad civil.