Están seis presas al límite
Registran entre 0 y 7.9% de su capacidad de agua almacenada en Sonora
Por la falta de lluvias, seis de las 10 presas de Sonora se encuentran al límite al registrar entre 0 y 7.9% de su capacidad de agua almacenada y las cuatro restantes tienen entre el 16.3 y 28.2%.
De acuerdo con el Organismo de Cuenca Noroeste de la Conagua, las presas Ignacio R. Alatorre del río Mátape y la Abelardo L. Rodríguez del río Sonora tienen 0% de agua almacenada, mientras que la Adolfo Ruiz Cortines del río Mayo al 0.7%.
La presa Cuauhtémoc del río Altar cuenta con 3.4% de agua, la Rodolfo Félix Valdés del río Sonora con 7.9%, y las localizadas en el río yaqui: Bicentenario 3%, Plutarco Elías Calles 16.3%, Álvaro Obregón 17.7%, Lázaro Cárdenas 23.2% y Abraham González 28.21%.
El sistema de las 10 presas al día de ayer registraron un promedio de mil 212 hectómetros cúbicos, lo que significa que se encuentra al 14% de su capacidad máxima y el año pasado a esta fecha tenían 4 mil 070 hectómetros cúbicos, y el promedio histórico que es de 5 mil 384.452 hectómetros cúbicos.
El investigador del Colegio de Sonora, Nicolás Pineda Pablos, señaló que el escenario para Sonora y principalmente Hermosillo es complicado porque el año pasado llovió 108 milímetros y el promedio anual es de 340 milímetros.
Ante esta situación que se presenta de manera cíclica en el Estado, los ganaderos han desocupado su hato ganadero casi en un 40%, incluso de hembras y crías, para evitar mortandad.
“Vamos a proponer a nivel estatal y federal la cosecha de agua que se refiere a la retención de agua en los agostaderos, se llama bolseo de nivel, y eso tiene que ir acompañado de un pastoreo regenerativo para que a mediano y largo plazo tengamos el resultado que buscamos”, indicó Juan Carlos Ochoa Valenzuela, presidente de la UGRS.
Con créditos internacionales y de los gobiernos federal y estatal, los ganaderos buscan alternativas viables para hacerle frente a las sequías que se registran en el Estado cada vez que hay escasez de lluvias.
Juan Carlos Ochoa Valenzuela, presidente de la Unión Ganadera Regional en Sonora (UGRS), informó que propondrán a los gobiernos estatal y federal la creación de infraestructura para retener el agua en cada uno de los ranchos de los productores acompañado de pastoreo regenerativo.
Apuntó que saben que este proyecto requerirá de una inversión fuerte, pero es necesario empezar a tomar acciones para contrarrestar los efectos de la sequía que cada vez que se presenta se ven obligados a desocupar el hato ganadero.
“El proyecto es en cada rancho, la mayor parte son ejidos y el ejido es el más afectado es urgente que haga ese cambio y ahí se ocupan apoyos gubernamentales porque el ejido no tiene con qué y estaría proponiendo un esquema diferente para las propiedades privadas, un esquema de crédito con tasas barata o cero”, explicó.
La ganadería, resaltó, es poca la cantidad de agua que consume comparado con la agricultura y otras actividades económicas, pues básicamente dependen del registro de lluvias.
“El hato ganadero ha seguido disminuyendo, ya no tan recio, porque llovió poco en el Norte y eso calmó. Ya tenemos tres años con esta disminución, obviamente ya no hay mucho que vender, la gente se ha quedado sólo con lo que se quiere conservar”, apuntó.
En la actualidad, reveló, tienen alrededor de 750 mil cabezas y en el 2018 previo a la sequía tenían 1 millón 200, lo que representa casi un 40% menos, debido a la falta de agua.
Indicó que el único factor que tienen a favor es el super precio que presenta el ganado en el mercado internacional, pues no han tenido que malbaratar para prevenir mortalidad como ha ocurrido en años anteriores.
“Tenemos esa ventaja dentro del problema que tenemos una puerta ancha, grande, que es Estados Unidos, que podemos vender el ganado en una situación como esta y ahorita que tenemos este problema mucha gente aprovecha”, comentó.
NO HAY RIESGO DE DESABASTO
Sonora no tiene riesgos de una escasez de carne por la sequía actual, ya que los animales de corrales cuentan con agua de pozo y tienen sus comederos en confinamiento, expuso Jesús Ancheta.
El director de Comercialización en la UGRS aseguró que la asociación de engorda tiene una sobreoferta de ganado en el mercado y cuando se registran desplomes en los precios aprovechan para comprarlos.
“El precio de la carne anda en muy buenos niveles, la engorda ha vuelto a ser negocio y ellos no sufren por la sequía, el agua que tienen es de pozos. Los animales están en corrales de engorda, el ganado está confinado, tienen comederos, agua y todo”, aseguró.
Las condiciones de animales de engorda, dijo, son las óptimas para que el ganado requiere para que esté lo más cómodo posible para tener una mayor ganancia.
PRODUCCIÓN ES ABIERTA
En Sonora la producción ganadera es abierta, no convencional, como en otras partes y eso afecta la actividad cada vez que se presenta el fenómeno “El Niño”, que es cada cinco o siete años, según Édgar Omar Rueda.
El doctor investigador del Departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora declaró que las autoridades de Sonora, Chihuahua y Baja California deben estar interconectadas con los ganaderos para ver qué medidas toman al respecto.
Esto cuando se presentan los efectos de este fenómeno porque son uno de los sectores más afectados.
Consideró que es importante tomar conciencia en cuanto a la importancia de la vegetación, la reforestación y la reducción en el consumo de luz.
Los productores que tienen animales en engorda son los que tienen corrales y hacen uso de sistemas tecnificados excelentes, pero el resto del ganado está a cielo abierto, lo que dificulta su mantenimiento por la falta de agua y pasto.