FMI ANTICIPÓ DISMINUCIÓN DEL PIB DEL 5% AL 3%
Ante la desaceleración económica advertida por el Fondo Monetario Internacional ( FMI) que anticipó que la economía disminuirá su expansión al pasar del 5% al 3% entre 2024 y 2029, analistas económicos y expertos vaticinan que habrá repercusiones que podrán ser saldadas por los gobiernos que se dicen auto críticos y capaces de externar sus consideraciones.
Resaltó que la economía mundial tiene ante sí una realidad que invita a la reflexión. La tasa de crecimiento mundial —una vez eliminados los altibajos cíclicos— se ha desacelerado de manera continua desde la crisis financiera mundial de 2008-2009.
Agregó que si no se adoptan medidas de intervención ni se aprovechan las tecnologías emergentes, es poco probable que volvamos a ver tasas de crecimiento más altas. Es de señalar que las perspectivas de crecimiento a largo plazo también han empeorado por la presencia de varios factores adversos.
Es por lo anterior que el crecimiento mundial se ralentizará hasta poco más de 3% de aquí a 2029, según las proyecciones a cinco años de nuestro último informe Perspectivas de la economía mundial (informe WEO). Nuestro análisis muestra que el crecimiento podría situarse al final de la década aproximadamente un punto porcentual por debajo del promedio del período previo a la pandemia (2000-2019).
Lo anterior echa por tierra las mejoras logradas en las condiciones de vida; además, las disparidades de la desaceleración entre las naciones más ricas y las más pobres podrían limitar las perspectivas de convergencia mundial de los niveles de ingreso.
Un escenario de crecimiento persistentemente bajo, combinado con tasas de interés elevadas, podría poner en riesgo la sostenibilidad de la deuda y restringir así la capacidad de los gobiernos para contrarrestar las desaceleraciones de la actividad económica e invertir en iniciativas medioambientales o de bienestar social.
Además, las expectativas de un crecimiento débil podrían desalentar la inversión en capital y en tecnologías, lo que posiblemente acentuaría la desaceleración.
Todo esto se ve agravado por factores adversos derivados de la fragmentación geoeconómica y por políticas comerciales e industriales unilaterales con efectos perjudiciales.
Sin embargo, nuestro último análisis muestra que hay esperanza. Distintas políticas, desde las encaminadas a mejorar la asignación del capital y el trabajo entre empresas hasta las que abordan la escasez de mano de obra causada por el envejecimiento demográfico en las principales economías, podrían aliarse para reactivar el crecimiento a mediano plazo.
A su vez, los principales factores determinantes del crecimiento económico son el trabajo, el capital y la eficiencia en el uso de ambos recursos, un concepto que se conoce como Productividad Total de los Factores (PTF).
De estos tres factores, fue la desaceleración del crecimiento de la PTF la que causó más de la mitad de la caída del crecimiento desde la crisis.
La PTF aumenta con los avances tecnológicos y la mejora en la asignación de recursos, que permiten que la mano de obra y el capital se desplacen hacia las empresas más productivas.
Analistas financieros y catedráticos coinciden en señalar que la disminución del PIB entre 2024 y 2029 del 5% al 3%, es un tema que debe preocupar a más de uno o dos gobiernos que buscan despegar en los próximos cinco años.
Rafael Domínguez analista y consultor internacional dijo que economías tan consolidadas en América Latina como las de Brasil, México o Colombia, no experimentan grandes cambios porque sus monedas están fuertes. Fuente: FMI.