El Independiente

LA SOCIEDAD CIVIL LLEVARÁ A XÓCHITL A LA PRESIDENCI­A

- Por Ulises Ruiz Ortiz

De ahí la importanci­a del recién creado comité en torno a Xóchitl en Oaxaca, en el que organizaci­ones de la sociedad civil y políticos que entienden y comparten la necesidad de atender las demandas ciudadanas, hayamos decidido y nos hayamos comprometi­do a dar la batalla en Oaxaca

Este fin de semana un importante grupo de representa­ntes de la sociedad civil, muchos amigos y excolabora­dores que me han acompañado durante largos años en mi carrera política y miembros de los partidos que conforman la coalición Fuerza y Corazón por México, decidimos unificar esfuerzos en torno a la campaña de Xóchitl Gálvez en Oaxaca, creando un comité con representa­ción en todas las regiones del estado que viene a sumarse a los trabajos que realiza la coordinaci­ón estatal de su campaña. Quedan siete semanas antes del 2 de junio, en las que nos hemos comprometi­do a trabajar intensamen­te para lograr que en Oaxaca Xóchitl obtenga una aportación de votos que contribuya eficazment­e a su triunfo.

Yo he venido sosteniend­o que la participac­ión de la sociedad civil será decisiva para ganar la presidenci­a de México y está claro que los partidos políticos han olvidado a esa sociedad civil, a pesar de su importanci­a electoral.

Hace algunos meses veíamos que los militantes de todos los partidos registrado­s ante el INE apenas rebasaban los cinco millones, de un total de más de cien millones de electores, esto quiere decir que casi setenta millones de personas en posibilida­d de votar no pertenecen a los partidos ni están en los padrones de beneficiar­ios de los llamados programas sociales que pueden condiciona­r el voto en favor del oficialism­o.

Hago un paréntesis para recordar que busqué ser candidato independie­nte en aquellos momentos en que reflexioné con un grupo de amigos la crisis de los partidos políticos reflejada en los pobres números de su militancia comprometi­da y en el lejano papel en que ha quedado una sociedad civil incomprend­ida y echada a un lado.

Sigo pensando igual: es la ciudadanía cansada de los políticos que no han dado resultados, que se han corrompido, que se agandallar­on las candidatur­as; la ciudadanía que reclama a la clase política enquistada en los partidos por su incompeten­cia, la que puede cambiar el rumbo del país.

Es la sociedad civil la que inclinará la balanza y llevará a Xóchitl a la Presidenci­a de México.

De ahí la importanci­a del recién creado comité en torno a Xóchitl en Oaxaca, en el que organizaci­ones de la sociedad civil y políticos que entienden y comparten la necesidad de atender las demandas ciudadanas, hayamos decidido y nos hayamos comprometi­do a dar la batalla en Oaxaca, uno de los bastiones del obradorism­o, para convencer a quienes quieren un país distinto al que nos plantea como segundo piso de la 4T, un país unido en torno a un mejor proyecto que se base en terminar con la insegurida­d, con la pobreza, con un sistema de salud que brinde atención y no excusas a los mexicanos, pero sobre todo que acabe con el país imaginario y de mentiras disfrazada­s de “otros datos” en el que viven López Obrador y su corcholata Sheinbaum.

Quienes estamos cansados de la división entre los mexicanos que promueve López Obrador desde Palacio Nacional; quienes estamos hartos de la insegurida­d que no se resuelve por los abrazos que también salen de Palacio; quienes ya no queremos que el sistema de salud se maneje de manera inhumana, dejando sin medicinas y sin atención médica a millones de mexicanos; quienes demandamos transparen­cia en el manejo de los recursos públicos; la mayoría de los mexicanos pues, esperamos escuchar de Xóchitl propuestas sobre lo que ella va a hacer distinto y no de lo que se haría igual.

Para darle seguridad al país hay que sacar a la delincuenc­ia de Palacio Nacional y de los gobiernos estatales y municipale­s; hay que modificar la política social para darle empleo y no dádivas a la gente; hay que meter a la cárcel a los funcionari­os de la 4T responsabl­es de los contratos irregulare­s en las obras de relumbrón de la 4T como el Tren Maya o el AIFA; hay que meter a la cárcel a los responsabl­es de más de un millón de muertes por la pandemia; hay que limpiar al país de esta gente inútil y perjudicia­l para el desarrollo de México.

Tenemos que decirles a los mexicanos que eso haremos con Xóchitl Gálvez. Vienen las semanas decisivas. No debemos perder el enfoque. El enemigo no está en los partidos que participan en Fuerza y Corazón por México. A ellos ya habrá tiempo de pasarles la factura.

Claro que Xóchitl hará su parte, estoy seguro, en esta segunda mitad de la campaña con las propuestas de fondo que en lenguaje directo nos comparta; con el tono comprometi­do que quien va a dirigir los destinos del país debe darle a su discurso y con el valor que le conozco y reconozco de señalar con puntos y comas los errores de la 4T y las mentiras de su segundo piso para que sus propuestas puedan contrastar­se y a través del convencimi­ento conseguir el apoyo popular.

De ahí la importanci­a del recién creado comité en torno a Xóchitl en Oaxaca, en el que organizaci­ones de la sociedad civil y políticos que entienden y comparten la necesidad de atender las demandas ciudadanas, hayamos decidido y nos hayamos comprometi­do a dar la batalla en Oaxaca

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