LA ALERGIA A LA CRÍTICA
Ya es común escuchar al presidente desde sus mañaneras en Palacio Nacional quejarse de las críticas que se le hacen en medios de comunicación y redes sociales, incluso presentando imágenes con las que se lamenta de lo que se ha escrito acerca de su desempeño como gobernante.
También se ha visto a candidatos –como en el caso de Claudia Sheinbaum y su queja de que las preguntas en una entrevista eran “violentas”–, mostrar alergia a la crítica venga de donde venga, apoyados por la estrategia de usuarios que participan en la sección de “comentarios” o responden en redes sociales calificando de mentiras lo escrito o insultando al articulista.
Pero ahora vemos que los simpatizantes de Xóchitl Gálvez también caen en este mismo comportamiento y tratan de linchar mediáticamente a quienes –de acuerdo a su percepción– critican injustamente a su candidata o buscan acomodarse en caso de un triunfo de la candidata de Morena.
La mesa de análisis que presentó Latinus después del primer debate provocó la ira de los también llamados Xochilovers, que incluso llegaron a insultar a Carlos Loret de Mola, y fueron más allá con una etiqueta en redes sociales como fue #ALVLoret, además de criticar el análisis que publicó en Reforma Jesús Silva Herzog Márquez, algo que decepcionó a más de un simpatizante de la oposición.
Varios de estos simpatizantes incluso llegaron al extremo de exigir bloquear tanto al conductor de Latinus o al analista del diario citado, además de incluir como “normalizadores” o analistas que buscan acomodarse a otros columnistas o analistas que, según ellos, atacan a su candidata. Se trata de un comportamiento que llama la atención, porque este último segmento del electorado empieza a comportarse de manera similar a los que llaman “chairos” –como se les denomina a los simpatizantes de Morena en redes–, quienes se caracterizan por su necedad a aceptar otro punto de vista distinto al suyo.
Otro problema que se aprecia en este comportamiento es que viene de un sector que simpatiza con la oposición y se quejaba de la estrategia de los morenistas de atacar a quienes difundían opiniones contrarias a las que tenía, llamando a esto atentado contra la libertad de expresión, aunque ahora se comporten igual por defender a su candidata.
Es un efecto, sin duda, de la polarización en la que vivimos, que ya muestra sus efectos en los ciudadanos, en especial en usuarios de redes sociales, que atacan a quienes apoyan a sus adversarios políticos o a quienes expresan una opinión contraria a sus creencias.
La primera víctima de este comportamiento es la libertad de expresión, pues si alguien da a conocer su opinión se expone a recibir insultos, descalificaciones y, llegando a un extremo preocupante, la cancelación de parte de la nueva inquisición digital.
Pero la conclusión de este tema la expresó acertadamente en X (Twitter) la usuaria Sandra Barba (@sandra_barba): “el extraño caso de la gente que leyó elogios y sumisión en una columna profundamente crítica”.
*X (Twitter) @AReyesVigueras
Es un efecto, sin duda, de la polarización en la que vivimos, que ya muestra sus efectos en los ciudadanos, en especial en usuarios de redes sociales, que atacan a quienes apoyan a sus adversarios políticos…