El papel es el papel
101 Aniversario de El Informador
Es cierto que nada sirve para limpiar vidrios y madurar aguacates y papayas como el papel del periódico. También es cierto que nadie ha logrado educar a un perro con una tableta o un celular, ni envolver un pescado con su computadora, y que nadie pondría un
Ipad, así fuera tres generaciones atrás, en la jaula del perico. No he visto a nadie poner su celular dentro de los zapatos para quitarse el frío, o hacer una gorrito con un mouse para cargar los botes de mezcla en la obra. Todo es cierto.
En un mundo que se sumerge en la post verdad, atiborrado de fakenews y noticias sin memoria el periódico de papel sigue siendo un faro, una pequeña luz en la ruta del conocimiento. Por eso hoy más que nunca el papel es el papel.
Si bien es cierto que cada día hay más lectores de periódicos en soportes electrónicos, el papel sigue siendo el más importante y así seguirá al menos hasta que encontremos un medio que tenga las virtudes del papel. Todos los intentos por hacer más amable la lectura a través de tabletas que no emiten luz, imitando los tamaños y los formatos de revistas, libros y periódicos se han quedado cortos. Quizá lo que no han entendido, o no han podido solucionar, los inventores de las nuevas tecnologías es el vínculo entre el papel, el placer y el conocimiento. Leer un periódico o un libro de papel poco o nada tiene que ver con la necesidad imperante de estar informados. Leer un periódico es un acto asociado al placer, es una forma de abstraerse de lo que nos rodea para insertarnos en otros mundos, es una forma de ampliar nuestra realidad. Leer es un acto solitario, un momento con nosotros mismos, y nuestros caprichos, café, jugo, té, fruta, pan… La segunda y más importante razón por la que el papel sigue y seguirá vigente es su materialidad. Cuando leemos un periódico de papel sabemos qué y quién está detrás. Hay entre esas hojas de papel y sus lectores un contrato tácito de confianza, personas e instituciones que ponen en la mesa el prestigio y la credibilidad.