RECUENTO A LA OBRA DE IGNACIO DÍAZ MORALES
Exponen “La intimidad y lo sagrado en la arquitectura” en Guadalajara
La Casa ITESO Clavigero, ofrece la exposición “La intimidad y lo sagrado en la arquitectura”, de Ignacio Díaz Morales. El coordinador del espacio, Gutierre Aceves, señaló que no es una exposición “que cubra todo el rango de actividades y de arquitectura que realizó Ignacio Díaz Morales, sino que nos concentramos en la arquitectura doméstica y en la arquitectura religiosa”.
Añadió que es un recorrido por siete obras arquitectónicas (cuatro casas y tres templos) realizadas entre 1935 y 1975, “dan cuenta tanto de la evolución estilística del arquitecto como de su poética del espacio lograda en sus casas habitación y en el género religioso, es parte de lo que podrán apreciar los visitantes en la exposición”.
Aceves manifestó que la muestra está integrada por 120 piezas, de las cuales la mayor parte proviene del archivo profesional del arquitecto, adquirido por el ITESO, que hoy forman parte del Fondo Ignacio Díaz Morales, la exposición está curada por él y por el arquitecto Javier Díaz Reynoso.
A su vez, la coordinadora de biblioteca de la Dirección de Información Académica del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Lourdes Jaime, expuso que el fondo está integrado por un acervo de alrededor de cuatro mil volúmenes, que abarca temas como arquitectura, urbanismo, arte, literatura y religión.
Además, una planoteca con 16 mil planos de su obra residencial, religiosa y urbana y un archivo documental de más de “200 mil unidades documentales de su quehacer profesional entre memorias de gastos, contabilidades, correspondencia y fotografías”.
También “algo de documentación personal como tarjetas, ramilletes espirituales, algunas fotos familiares, membrecías y lo grueso de los documentos es sobre su propia obra”.
Detalló que la exposición se complementa con muebles, piezas de joyería y otros objetos diseñados por Díaz Morales, además de fotografías de época provenientes del acervo del arquitecto que aún conserva su familia.
Javier Díaz Reynoso, arquitecto que colaboró en el despacho de Díaz Morales entre 1980 y 1992, expresó que “al igual que en la obra de arquitectos contemporáneos a Díaz Morales como Luis Barragán y Rafael Urzúa, el trabajo de Díaz Morales puede dividirse en tres etapas: la primera, muy regionalista, muy apegada a las familias con las que conviven”.
“La segunda etapa es muy funcionalista, muy racional; y la tercera que sintetiza los dos mundos, el regionalista con el funcionalista, y es cuando crearon su obra más distinguida”.
Afirmó que la exposición trata de contestar las preguntas: “¿cómo se hace un espacio íntimo? y ¿cómo se hace un espacio sagrado?; es un rescate de su legado, que es conocido pero no muy difundido”.
Ignacio Díaz Morales nació el 16 de noviembre de 1905 en Guadalajara y murió el 3 de septiembre de 1992.
De 1924 a 1928 realizó sus estudios de ingeniero en la Escuela Libre de Ingenieros que dirigía Ambrosio Ulloa, ahí mismo complementó después cursos de arquitectura, algunos de sus maestros fueron Luis y Francisco Ugarte, Agustín Basave y Aurelio Aceves, y tuvo compañeros como Luis Barragán Morfín, Rafael Urzúa Arias y Pedro Castellanos Lambley.
De 1925 a 1930 trabajó en el despacho del ingeniero Luis Ugarte, realizó varios trabajos de 1930 a 1938 para Ferrocarril Sud-Pacífico de México, ya de manera independiente y durante los siguientes 50 años participó principalmente en Guadalajara, en obras de conservación del patrimonio, urbanas, arquitectónicas, académicas y de promoción cultural.
En 1948 fundó la Escuela de Arquitectura de la UdeG, para esta escuela trajo a partir de 1950 a varios arquitectos de Europa: Horst Hartung Franz, Mathias Goeritz, Silvio Alberti Levati, Bruno Cadore Marcolongo, Carlangelo Kovacevich y Erich Coufal Kieswetter; y también fue docente del ITESO durante 20 años.
Las obras arquitectónicas de Díaz Morales de las que se presentan materiales en la exposición son: Casa Trinidad Ochoa, Casa Pedro Martínez Rivas, Casa Sauza y Casa David Alarcón y Señora Menchaca, esta última aún en píe. Además de tres recintos religiosos, el Templo de Nuestra Señora de la Paz, la capilla del Instituto de la Vera Cruz y la intervención que hizo al Templo Expiatorio del Santísimo Sacramento y la Cruz de Plazas.