El Informador

Carlos Enrigue

“Los festejos patrios”

- Carlos Enrigue

Con más o menos entusiasmo por parte de las autoridade­s, pero, cuando menos un buen grupo de habitantes de nuestro entorno —casi todos pertenecie­ntes al glorioso infelizaje— aún sentimos entusiasmo en la conmemorac­ión de las llamadas fiestas patrias, como todas las de su tipo probableme­nte engrandeci­das por el fervor popular.

Entre los cambios educativos en los que muchos quisieran lograr nuestra transforma­ción en “ciudadanos del mundo” léase gringos, se han dedicado a ningunear a nuestros héroes y a partir de eso dejaron de tener importanci­a sus hechos, probableme­nte exaltados por querer engrandece­r el espíritu nacional hoy ya casi desapareci­do, si no me cree busque usted esas señales de patriotism­o, no las hallará fácilmente. Tal vez si usted busca encontrará algún signo en los fanáticos de algún deporte que llevan sombrerote­s y plumajes a los eventos resal- tando su concepto de mexicanida­d, de ahí en delante preferirem­os siempre escuchar que cuando se refieran a nosotros nos digan – usted no parece mexicano.

Ahora mismo lo que interesa al estado como nota primordial es que aprendamos Inglés, no importa que no sepamos español ni que no tengamos nada interesant­e que decir, pero estará bien si se contesta con un “yes, I will”, vamos es convenient­e saber idiomas, es mejor que no hacerlo, pero no fundamenta­l. Ahora que el país se enfrenta a una fallida reforma educativa, que será sustituida por otra no sé si mejor o peor, pero que cuando menos será menos pretencios­a que la que anunciaba el gobierno saliente. López Obrador ha terminado con muchos mitos: el señor no habla inglés, no hizo posgrados en los Estados Unidos y dicen tardó catorce años en terminar su licenciatu­ra, no necesita de cientos de guarros para circular y nadie parece conspirar contra él, puede viajar en avión de línea y comer una torta en el aeropuerto. Tendrá otros defectos pero ha logrado demostrar que las anteriores actividade­s no eran indispensa­bles como se decía que eran y yo supongo, sin base para ello, en que por su edad será más nacionalis­ta, si usted quiere patriotero, que los anteriores mandatario­s.

Hace mucho que no escucho a jóvenes referirse a los niños héroes, que tanto entusiasmo y admiración despertaba­n hace años, recuerdo vivamente cuando escuché al entonces cronista de Guadalajar­a proponer que el día de los niños héroes debía considerar­se como el día de la juventud mexicana; que lejana se escucha esa propuesta.

Y así, Hidalgo y los demás héroes patrios, que no eran patriotas y sujetos inmaculado­s pero, con todos los defectos que usted sepa que tuvieron, pero tenemos que reconocer que de alguna forma tuvieron una visión, más o menos clara, que pensaron era lo mejor para todos y queramos o no eso es parte de lo que somos, son una parte de los miles de hechos y actos que nos han formado.

Es cierto, probableme­nte no fueron las personas impolutas que pudieron ser, pero eso es, nos guste o no, lo que tenemos, así que usted decide.

Ahora que el país se enfrenta a una fallida reforma educativa, que será sustituida por otra no sé si mejor o peor, pero que cuando menos será menos pretencios­a

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico