Archipiélago de Humboldt, amenazado por Dominga
La instalación de la minera pone en riesgo ecológico a una zona con gran diversidad ambiental Chile lidera la extracción mundial de cobre y hierro, por eso la urgencia económica del proyecto
LA HIGUERA.- Existe en el Norte de Chile un archipiélago prístino, refugio de pingüinos y nutrias amenazados, que según activistas climáticos y científicos está en riesgo por el desarrollo del proyecto minero y portuario Dominga en el desierto de Atacama.
El archipiélago de Humboldt, a unos 530 kilómetros al Norte de Santiago y frente a la costa del municipio de La Higuera, acoge a 80% de la población mundial de pingüinos de Humboldt en peligro de extinción- en sus ocho islas, tres de ellas protegidas como reserva nacional.
Además es hogar de chungungos -la nutria más pequeña del mundo y en peligro de extincióny de cientos de lobos de mar y delfines nariz de botella, que nadan entre las algas y cardúmenes de peces.
Sus aguas atraen a miles de aves, que repentinamente echan a volar cuando unas enormes ballenas -hasta 14 especies- salen a la superficie desde las profundidades del Pacífico para respirar.
Amenaza a un “tesoro natural”
El lugar es un “tesoro natural” y de biodiversidad, dice el académico Carlos Gaymer, de la Universidad Católica del Norte.
“Los científicos de todo el mundo han reconocido que no hay un lugar como éste en el planeta", agrega.
Por eso, científicos, activistas y pobladores de la costa rechazan el proyecto minero Dominga en la región de Coquimbo.
Con una inversión de dos mil 500 millones de dólares, contempla explotar a cielo abierto un yacimiento de hierro y cobre, destaca la compañía propietaria, Andes Iron, en su página web.
En esa zona desértica, cerca del pueblo de La Higuera, también se construirá una planta de tratamiento y depósitos.
El proyecto incluye la construcción de una planta desalinizadora y un puerto de carga de minerales en Totoralillo, a unos 26 km al oeste del yacimiento y a 30 km del archipiélago.
Trabajo para todos
La empresa proyecta una explotación de 22 años, con una producción anual de 12 millones de toneladas de hierro y 150 mil toneladas de cobre, del cual Chile es el principal productor y exportador mundial.
La empresa Andes Iron promete crear 10 mil empleos directos y 25 mil indirectos en la etapa de construcción y mil 500 directos y cuatro mil indirectos durante las operaciones. El Tribunal Ambiental de Coquimbo dio luz verde al proyecto en agosto, aunque aún tendrá que esperar a que la Corte Suprema resuelva varios recursos sobre su impacto ambiental que tiene todavía encima de la mesa.
“Es una tremenda oportunidad para La Higuera, más allá del impacto que tenga en el medioambiente, porque todo proyecto genera impacto”, indica el alcalde Yerko Galleguillos.
El argumento se repite en esta localidad de tres mil 892 habitantes. Sin agua potable, alcantarillado o supermercado, los vecinos confían en que el proyecto traerá prosperidad a un área desamparada en medio del desierto.
“Hay mucha gente que sale afuera a buscar trabajo, que dejan a sus familias. Si llega Dominga va a haber trabajo”, afirma Yvonne Villalobos, una ama de casa de 47 años.
Sin embargo, la bióloga Cristina Dorador, quien integra la Convención Constitucional, señala que es necesario cambiar el actual modelo de desarrollo de Chile, basado en la explotación de materias primas a costa de la naturaleza.
“Claramente vamos a tener que desarrollar alternativas [...] para que Chile se transforme en una sociedad del conocimiento y no tenga que depender de los mercados externos y la demanda de minerales”, dice Dorador.
El proyecto también es polémico porque está salpicado por sospechas de corrupción. La oposición chilena pidió recientemente al Congreso la destitución del presidente Sebastián Piñera -quien también es investigado por la Fiscalía-, porque una empresa de sus hijos vendió Dominga en 2010 a uno de sus mejores amigos en un paraíso fiscal.
En el contrato de venta, la última cuota del pago estaba supeditada a “que no se estableciese un área de protección ambiental sobre la zona de operaciones de la minera, como reclamaban grupos ambientalistas”. El pago se hizo porque hasta la fecha la zona no está protegida. AFP