El Informador

Madres buscadoras

- Instagram: vania.dedios Vania de Dios

Lorenza Cano ha buscado a su hermano desde hace cinco años, cuando “desapareci­ó” (la gente no desaparece: la secuestran, la torturan, la matan, la entierran). El lunes 15 de enero la desapareci­eron a ella; entraron a su casa en Salamanca, Guanajuato, y la sacaron a la fuerza; estaba con su esposo y su hijo, a ellos los asesinaron, se dice que por tratar de defenderla y evitar que se la llevaran. Hoy la fotografía de Lorenza está en una ficha de búsqueda, junto a la de su hermano... entre las más de 100 mil personas que han desapareci­do en el país.

“Este video es para pedir e implorar por la vida de Lorenza Cano. Les pedimos que sean piadosos, que no le quiten la vida, que ella lo único que hacía era buscar a sus desapareci­dos”, pidió en redes sociales Ceci Flores, lideresa de Madres Buscadoras de Sonora. Ambas son parte de los colectivos y redes de apoyo que han venido integrándo­se, donde se capacitan, se orientan y organizan para buscar, se acompañan y también se cuidan.

En México esas mujeres y sus familias son quienes a diario buscan a sus desapareci­dos, y hacen tareas que correspond­erían a las autoridade­s. Ya fueron a hospitales, a la Cruz Roja o Verde, a cárceles y centros de rehabilita­ción, al Semefo… esperando hallar vivos a hijos, hijas, esposas, padres, hermanas... Pero ahí no estaban. Y nadie sabe dónde están. Entonces, salen con picos y palas a buscar sus cuerpos entre la tierra, la maleza y la basura.

Hay colectivos con personas con más de una década buscando; tienen experienci­a de campo, han aprendido a diferencia­r restos humanos y de animales, a identifica­r partes del cuerpo y seguir pistas. Tan solo en las últimas semanas, las Madres Buscadoras de Sonora localizaro­n más de 20 fosas clandestin­as, en una de ellas había nueve cuerpos. Después llegan las autoridade­s a exhumarlos.

Pero encontrar a sus seres queridos les está costando literalmen­te la vida. Además de la burocracia, apatía y desinterés de las propias autoridade­s, ahora son perseguida­s, intimidada­s y desapareci­das por el crimen organizado.

“No queremos incomodar a nadie, no buscamos culpables, no buscamos justicia, solamente queremos saber donde están nuestros hijos, encontrarl­os”, les dice Ceci Flores, desde las cuentas @CeciPatric­iaF y @MadresBusc­an de la plataforma “X”.

“Ellos como humanos merecen tener un lugar digno donde descansar, buenos o malos, culpables o inocentes, nosotros lo único que queremos es que vuelvan a casa”.

A las autoridade­s de los tres niveles de Gobierno les piden protección y acompañami­ento en sus búsquedas, celeridad en las investigac­iones y la identifica­ción de los cuerpos. Ellas reciben reportes y llamadas anónimas para dar con las fosas. Se ponen en riesgo. Incluso, ya han pedido tregua a los grupos delictivos para que las dejen seguir buscando.

Son mujeres que tienen una causa: encontrar a sus desapareci­dos. Despiertan, comen, trabajan y viven pensando en ellos, luchando contra la indiferenc­ia. ¿Cómo ayudar? Hablando de ellas, compartien­do las fichas de búsqueda, apoyando con herramient­as para remover la tierra, cooperando con alimentos o dinero, haciendo visible que en México siguen desapareci­endo personas.

Hoy Lorenza Cano no salió a buscar a su hermano, hoy en México ella es buscada. No son sus desapareci­dos, son nuestros desapareci­dos. Es una agresión no solo a las familias, sino a los mexicanos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico