Sonidos insubordinados: OFJ musicaliza “El Acorazado Potemkin”
Con la proyección musicalizada de uno de los clásicos del cine mudo, “El Acorazado Potemkin”, del cineasta soviético Sergei Eisenstein, ayer se realizó la reapertura del Ágora Jenkins, del Centro Cultural Universitario de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Junto a la Plaza Bicentenario que también forma parte del complejo cultural de la casa de estudios, el Ágora reabrió sus puertas para alrededor de mil 200 personas quienes llenaron en su totalidad el espacio que recibió a la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) bajo la dirección de José Luis Castillo para musicalizar el filme producido en los años veinte.
El rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, agradeció a la Fundación Jenkins por el apoyo para la renovación de este espacio para eventos culturales, el cual tuvo una inversión de 22 millones de pesos.
“Agradecer a la Fundación Jenkins que, sin ellos, sin duda, no hubiéramos podido tener este espacio”.
Como parte de la adecuación del Ágora Jenkins, le fue colocada una techumbre para que se puedan realizar eventos tanto bajo el sol como en días de lluvia y proteger así a los asistentes.
Villanueva, quien también contempló la proyección de la película de cine mudo y su musicalización por parte de la OFJ, resaltó que se abre un espacio más en el Centro Cultural Universitario de la UdeG y se sumará a las obras que retomarán del Museo de Ciencias Ambientales que también forma parte del complejo universitario junto al Conjunto Santander de Artes Escénicas, la Biblioteca Pública del Estado, la Cineteca, entre otros inmuebles.
Una vez iniciada la proyección, el público asistente se mantuvo expectante de la musicalización por parte de la OFJ a lo largo de los poco más de 70 minutos que duró la proyección.
Pese a tener una pequeña falla al dar paso al acto tres, el público no criticó y por el contrario, siguió aplaudiendo al terminar cada acto de las piezas musicales de la OFJ.
La película, estrenada en el año 1925 durante la primera década de la Revolución Rusa, está basada de forma parcial, en hechos reales ocurridos durante el año 1905, cuando un grupo de marineros del Acorazado Potemkin decidieron sublevarse en represalia a los malos tratos sufridos por parte de los mandos.
Debido a la representación de la lucha de clases que trata de plasmar el filme, prácticamente los asistentes corearon y aplaudieron al final de la proyección.