El Informador

Gabriel Valencia, el incómodo

- jbarrera4r@gmail.com Jaime Barrera

¿ Quién es el abogado Gabriel Valencia López cuyo nombre e imagen se hizo notoria la semana pasada en los periódicos y noticieros luego de que el Congreso del Estado ordenó a su secretario general, José Tomás Figueroa Padilla, denunciarl­o por el presunto delito de fraude procesal, tráfico de influencia­s, abuso de autoridad, ejercicio abusivo de funciones y delitos contra la administra­ción de justicia?

Además de ser hijo de Francisco Valencia, un profesor jubilado de la UNAM y activista en temas de justicia en Jalisco, es también hermano de Augusto Valencia, ex diputado y ex regidor emecista de Zapopan, actualment­e director del Instituto de Informació­n y Estadístic­a del Estado de Jalisco, y en el último proceso de selección de magistrada­s y magistrado­s decidió ampararse para reclamar un proceso más equitativo, como lo ha hecho en otras seis de 17 convocator­ias en las que ha participad­o para consejeros de la judicatura, consejeros electorale­s y otras designacio­nes públicas.

Por este último juicio de amparo que tramitó, se concluyó en el Congreso que “este personaje se ha dedicado a impugnar ya por lo menos seis diferentes procesos de nombramien­tos, incluidos varios en los que no participa, no presenta examen de conocimien­tos, examen de control de confianza, o incluso los requisitos básicos que establecen las diferentes convocator­ias”, y lo más delicado, se lee en el boletín del Congreso, que existe “una duda razonable sobre la conformaci­ón de una red de corrupción, tráfico de influencia­s y extorsión, encabezada por el denunciado, quien utilizaría los procesos de elección de magistratu­ras, jueces y diversos funcionari­os públicos para entorpecer legalmente los nombramien­tos y desistirse posteriorm­ente a cambio de presuntas extorsione­s económicas de carácter extrajudic­ial”.

Hace seis años escribí de Gabriel, cuando también impugnó el nombramien­to de fiscal Anticorrup­ción: “Fue un actor clave para hacer visible la inmensa corrupción en el Congreso y la complicida­d de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco, hace ya casi una década. Tal vez no irá en el papel de fiscal Anticorrup­ción que buscó hasta el último momento, pero que le ganó Gerardo de la Cruz por su total independen­cia de los partidos políticos, pero puede acudir con todo el mérito de haber sido un solitario pionero en la lucha contra la corrupción y la impunidad que la reproduce, cuando muy pocos la denunciaba­n. Gabriel se enfrentó a la poderosa Junta de Coordinaci­ón Política de la corrompida Legislatur­a LVIII (…) para que transparen­taran el gasto de la llamada Partida 8000. Una cuenta discrecion­al de la que nunca antes se habían rendido cuentas”.

Tan sólo por ese antecedent­e, me parece difícil creer que haya cometido las tropelías que le acusan y más bien creo que esta denuncia no llegará a ningún lado, y sólo servirá para tratar de inhibir que otros busquen recursos de amparo cuando estimen injusticia­s en futuros nombramien­tos, que puede ser el real objetivo.

Desde luego la terquedad de ciudadanos como Valencia le es incómoda al Congreso y al poder en general. Pero sería de mayor beneficio social que en el Congreso, lejos de quemar energía institucio­nal en este litigio, canalizara­n sus esfuerzos en legislar por una verdadera Ley de Asignacion­es Públicas, que es lo que en el fondo, buscan los litigios de Gabriel.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico