Deficiente, informe del Estado mexicano
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió en 2020 medidas cautelares en favor de habitantes de zonas aledañas al Río Santiago y el Lago de Chapala por la contaminación en ambos cuerpos de agua.
En 2021, la Secretaría de Relaciones Exteriores reservó por cinco años los informes entregados a la CIDH, aunque en 2023, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) ordenó hacerlos públicos. Este medio los obtuvo vía transparencia y tras ello, académicos y activistas ambientales criticaron la respuesta entregada por el Estado mexicano al organismo internacional.
Adriana Cadena, calificó como deficientes las respuestas del Gobierno mexicano a la CIDH: “No vemos una respuesta contundente de medidas en cuanto al cumplimiento de las medidas cautelares que se otorgaron a estas poblaciones aledañas”.
“Deja mucho que desear pues lo que se requiere son constancias, pruebas de todo lo que existe en estos informes y no presenta nada (…) estas respuestas a la CIDH son deficientes, son nada más para sacar el trámite, para que se vea que están respondiendo, que se está realizando algo”.
La activista dijo que tampoco se informa de reuniones con la población afectada y que la Federación deja todo en manos del Gobierno estatal.
Raquel Gutiérrez Nájera, académica de la UdeG, consideró que no hay claridad en la respuesta del Estado mexicano y criticó que la estrategia del Gobierno de Jalisco no da respuesta a las medidas cautelares de la CIDH, al señalar que no hay una propuesta global para solucionar el problema de contaminación.
“No hay claridad de qué es lo que está haciendo realmente el Estado mexicano. Pareciera que está actuando a través del Gobierno del Estado de Jalisco con la estrategia ‘Revive Río Santiago’ como si esta fuera su política pública”, detalló.
“Hemos manifestado en todos los foros que, para nosotros, esta estrategia no da respuesta a las medidas cautelares emitidas por la CIDH porque no hay una propuesta global que aborde las relaciones salud-medio ambiente ante la ausencia de un estudio aglutinador e integrador”, precisó.