Repuntan los robos en ductos
Una de las primeras acciones del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue iniciar en 2019 con una estrategia para frenar el robo de combustible en el país, con el cierre de ductos y cambios en la distribución del hidrocarburo, provocando un desabasto de gasolina en Estados como Jalisco.
El constante hallazgo de “ordeñas” de hidrocarburo fue evidenciado el pasado viernes, cuando más de dos mil 100 personas fueron desalojadas de sus domicilios en Tonalá, tras detectarse una fuga provocada por una toma clandestina en el poliducto Salamanca-Guadalajara.
Jalisco quedó el año pasado en segundo lugar en este delito, sólo superado por Hidalgo, Estado en donde murieron 137 personas en el año de 2019, luego de la explosión de un oleoducto en la ciudad de Tlahuelilpan, donde se detectó una fuga de gasolina como la ocurrida el pasado viernes en Tonalá.
En Jalisco, mientras en 2019 se registraron 202 tomas clandestinas, el último informe del año pasado documentó dos mil 230 “ordeñas”.
Francisco Jiménez Reynoso, académico de la Universidad de Guadalajara, acentúa que el “huachicoleo” es un negocio lucrativo en donde están involucrados distintos actores. “Deja mucho dinero a unos cuantos. Operan con la complacencia de las autoridades”.
Tonalá es una de las zonas favoritas de los “huachicoleros”, al grado que los vecinos ven sin sorpresa las fugas que generan las tomas clandestinas en los ductos de Petróleos Mexicanos, como la sucedida el pasado viernes.
La propia Fiscalía General de la República ha abierto varias carpetas de investigación por la detección de tomas clandestinas y diversos aseguramientos de hidrocarburo robado, sin embargo, en la mayoría de los casos no hay detenidos.