Ven resistencia a la paridad de género
SANDRA MARTÍNEZ, especialista del Observatorio Político-Electoral de la Universidad de Guadalajara. YOLOXÓCHITL CORONA, especialista del Observatorio Político-Electoral de la Universidad de Guadalajara.
Si bien los partidos tienen el derecho y la libertad de impugnar decisiones y reformas del proceso electoral que consideren incumplen las leyes o normas, o por considerar que no les favorece, especialistas del Observatorio Político-Electoral de la Universidad de Guadalajara (UdeG), coincidieron en que algunas de las decisiones tomadas apuntan más que al derecho mismo que a inconformidades y resistencia a la paridad de género.
Sandra Martínez indicó que lo anterior es visto en todos los partidos, no sólo en Morena, que impugnó en Puerto Vallarta y ahora buscará mover las cartas a su favor para no modificar la decisión tomada en Zapopan. En este sentido, dijo, es lamentable que los partidos, pese a que existen leyes en materia de paridad, sigan buscando relegarla de alguna u otra manera.
“Este es el primer criterio que debe de observarse en las candidaturas y en la integración, de manera más amplia, de todos los organismos, de todos los Poderes, de todos los niveles de Gobierno, en términos prácticos la paridad es el primer criterio que debe de observarse en este proceso electoral. Las reglas electorales cambian, sí; hay reformas, hay nuevos criterios, hay reglamentos y lineamientos, pero la paridad tiene que ocupar ese primer lugar en la postulación de candidaturas”, dijo la colaboradora del Centro de Investigación y Proyectos para la Igualdad de Género.
Por su parte Yoloxóchitl Corona, coordinadora de la línea “Violencia política en razón de género”, explicó que se ha observado una tendencia, en todos los procesos electorales, por parte de los partidos políticos a “ser muy quisquillosos en cuanto a las reglas relacionadas con paridad, pese a los avances y cambios de reglas que buscan fomentar la participación de las mujeres en la vida política”.
“Siempre que se busca poner un candado para evitar, digamos, que no haya mujeres en los espacios político-electorales; observamos que es un patrón presente en todos los procesos electorales, en todos los partidos, no sólo en estos municipios hoy en juego, sino que es una tendencia muy clara a evitar tener que someterse a las reglas que no les favorecen a sus intereses”, señaló la académica.